MANTENER VIVO A ”TORO MUERTO”
Hace unos días estuvimos en el distrito de Uraca – provincia de Castilla – Departamento de Arequipa, para recorrer “Toro Muerto”, el repositario más grande del mundo, aproximadamente 5 kilómetros de petroglifos, en donde los antiguos peruanos hace unos 1500 años atrás representaron sus rituales mágicos y vivencias con miles de figuras humanas, de animales y del propio paisaje; pero sentí la misma desazón que experimentaba en vida el Dr. Eloy Linares Málaga, descubridor de este Centro Ceremonial de Waris, Collaguas e Incas (5 de Agosto de 1951) al comprobar una vez más, que este lugar sigue siendo dañado y destruido por propios y extraños.
De nada sirve, que exista en el ingreso una zona de descanso con un gran letrero que diga a los visitantes, todo lo que no se debe hacer allí, no subirse a las piedras, no dañarlas, no echar agua a los sillares grabados, no llevarse los aerolitos pequeños etc., porque los turistas y lugareños: “dale la burra al maíz”.
Este auténtico Libro de Piedra de nuestro pasado, como solía llamarlo el doctor Eloy Linares, quien nos hablaba horas de horas sobre su descubrimiento e investigaciones , debe ser preservado. Ya a fines del Siglo pasado se formó un Comité de Defensa de Toro Muerto, que fue presidido inicialmente por el alcalde de Castilla de ese entonces, Luis Chávez Yáñez, e integrado por el Gobierno Regional de Arequipa, la Municipalidad Provincial de Castilla, el Instituto Nacional de Cultura, la Asociación Regional de Cultura de Arequipa liderada por ELM, las universidades: Nacional de San Agustín y Católica de Santa María, y la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Arequipa.
Ojalá que estas instituciones retomen su compromiso y lo que queda de Toro Muerto sea protegido como se debe. Sobretodo el Gobierno Regional debería desarrollar proyectos para ponerlo en mejor valor; allí también hace falta la presencia de la Policía Nacional y un mayor control del Ministerio de Agricultura para que las irrigaciones no sigan avanzado sobre los petroglifos. Porque son vestigios de nuestro pasado no sólo de interes de investigadores sino también para atraer el turismo que a su vez movera la economia del lugar.
Cabe recordar que en Uraca, justo antes de llegar a los petroglifos esta el templo de la Virgen del Rosario, donde en 1722 se ordeno como sacerdote Mariano Melgar y Valdivieso, poeta y martir de Umachiuri, quien vivio en Majes un buen tiempo, antes de tomar parte en la rebelión de los hermanos Angulo, contra la colonia española.
Mas datos al respecto los puedes hallar en mi libro “Reportaje a lo Vivido” que se encuentra en las bibliotecas de Arequipa, Nacional del Perú y en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno de Buenos Aires – Argentina. En estemismo blog, revisa las notas publicadas abnteriormente con los titulos:"La Verdad de "Churajon" y Salvemos al Libro de Piedra "Toro Muerto".
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