LA NAVIDAD QUE RECUERDO NO ES LA NAVIDAD DE HOY
Era la fecha más querida y esperada de mi infancia
Mi madre siempre escondía una sorpresa para mí
No era la muñeca que hablaba ni la bici soñada
Pero era el juguete que me haría sonreír y sentir su cariño.
En la adolescencia aprendí que no todo se puede tener
Y que ahorrar era necesario para lograr un objetivo
Y con tiempo previsor sugería a mis hermanos lo que necesitaba
Para lograr propinas generosas que hagan realidad algunos sueños.
La cena no era muy ovípara, pero llena de unión y amor
Nos gustaba las ensaladas de liccha, zanahoria y pallar
Para acompañar el pollito a la brasa sellado con un brindis espumante.
Tras una noche iluminada con luces de bengala y cohetes
El día siguiente amanecía nublado y silencioso
Por eso el chocolate caliente y paneton caían bien.
Hoy los niños desde semanas antes llevan a sus papas
Al moll a comprar el juguete de su preferencia
La compu, el play o el celu de última generación
La ropa y zapatillas de moda son de todos los días
Así, en diciembre las aspiraciones traspasan los bolsillos
Se recurre a tarjetas, dinero digital y préstamos
Para cumplir las exigencias de las y los chicos consumistas.
La vida pasa, y de la Navidad de mi infancia queda casi nada
Ya no hay pandillas de adoradores recorriendo calles
solo gente que se siente infeliz si no tiene pavo, o el dinero para comprarlo todo,
Mientras en las casas destacan los árboles con full luces de colores,
Y los nacimientos ya no tienen latitas de trigo, sino adornos importados
Mientras el niño esta pálido y triste mirando el mundo comercial
Y al viejito de rojo al que todos piden y piden lo material
Sin importar que es Dios es el que provee salud, vida y bienestar.
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