AREQUIPAHOY

A nivel nacional está creciendo el temor por las enfermedades intrahospitalarias generadas por las bacterias resistentes a la mayoría de fármacos; situación que si bien nos debe preocupar pero que también sirve de eficaz “cortina de humo” al gobierno central para que la población peruana deje de pensar en los petroaudios y la venta irregular de Petrotech. ¡Qué casualidad! que recién ahora se destaque este mal detectado hace varios años, pero que siempre fue tratado con mucho sigilo para no alarmar a la población. Hasta donde sabemos son muchas las personas que acudieron a los hospitales por una cirugía aparentemente simple, pero que fallecieron a los pocos días sin una justificación clara; o quienes fueron a tratarse una determinada enfermedad y salieron con otra. Yo también fui afectada por una de esas bacterias, cuando en el 2002 tuve a mi hija por cesárea en uno de los quirófanos del Hospital Ex Obrero (actualmente cerrado por reparación); a las pocas horas de ser dada de alta n

Los más de 80 audios encontrados que revelan los sucios negociados de los lotes petroleros, no son más que una muestra de la forma como unos cuantos, que lamentablemente llegan al poder por decisión del pueblo, se benefician con la venta de nuestros recursos; y con el apoyo de la manipulable justicia peruana, buscan culpar de toda la corrupción a los operadores del delito, mientras los cerebros de la mafia intentan salir libres de polvo y paja. Si bien, gracias a los petroaudios, está más que demostrada la participación de Rómulo León Alegría, Alberto Químper, Arias Schreiber y otros en los negociados de las empresas Discover y Petro Perú; pero de hecho ellos no operaban solos sino que alguien los digitaba desde arriba y esto ojalá se llegue a demostrar algún día. Sino de otra forma no se explica porque cuando Químper le reprochó al presidente Alan García que él era el menos indicado para llamarlo rata y de esto se iba arrepentir, el mandatario de inmediato ordeno liberarlo con la ex

Recuerdo la primera vez que retocé en él, tendría unos cinco años, sus arbolitos eran entonces de mi tamaño un metro 20 aproximadamente, hoy todos pasan de los diez; decenas de generaciones han disfrutado de verdor y aire fresco. Pero en ésta época de verano y vacaciones nadie pueda ingresar a él, porqué a la Autoridad Edil actual se le ocurrió, justo en este tiempo, remodelarlo en vez de esperar por lo menos el otoño. Este “Parque del Trencito”, como muchos cariñosamente lo llamamos por el monumento que tiene, se hizo adulto con mi generación fue testigo mudo de los juegos de miles de chiquillos inquietos que a lo largo de 4 décadas, corrieron detrás de una pelota o para buscar al amigo escondido. Allí mis hijos y tantos otros infantes dieron sus primeros pasos sin miedo de caer y golpearse; varias promociones de los jardines de infancia de la zona, disfrutaron de momentos de solaz diversión y consumieron sus refrigerios al aire libre. El Parque al Trabajo, fue pues, escenario de fies