AREQUIPAHOY

Después de dos años, la avenida Independencia nuevamente se vistió de rojo y blanco para ver pasar a su juventud estudiosa y a los defensores del suelo patrio que marcharon con paso galardo durante los desfiles realizados por el 189 Aniversario de Nuestra Emancipación. Primero lo hicieron los centros educativos del Cercado de Arequipa y los planteles ganadores de los desfiles de los distritos que conforman las Unidades de Gestión Pedagógica Norte y Sur; cuyas escoltas y compañías de profesores y alumnos de secundaria marcharon marcialmente, la mayoría con sombreros para protegerse de la radiación solar que es fuerte en esta parte del Hemisferio. El público se deleitó con este derroche de patriotismo que no se veía desde hace dos años, pues como se recordará el año pasado se suspendieron los desfiles y las labores escolares a causa de la epidemia de la gripe AH1N1. Asimismo, el lunes 26 de julio se realizó la Parada Cívico Militar por la misma arteria, en donde la Policia Nacional hizo

Con un desfile multitudinario en la Plaza de Armas de Arequipa el domingo 11, y la marcial marcha tradicional del 15 de julio por la avenida Independencia, las diferentes promociones de egresados desde 1931 a la fecha abrieron y cerraron los actos centrales por el 183 Aniversario de la Fundación Bolivariana del Glorioso y Emblemático Colegio Nacional de la Independencia Americana. Fueron miles de alfeñiques de todos los tiempos que cumplieron una vez más con su devoción de rendir homenaje a su querido colegio. Entre los asistentes destacó la figura del pedagogo Alberto Heredia Márquez, único integrante de la Promoción 1931, con más de 90 años, que inició el desfile de ex alumnos por la avenida Independencia, en perfectas condiciones. El fue seguido por aproximadamente 50 promociones debidamente organizadas que desfilaron al compás de su Banda de Música integrada por alumnos y egresados de la “I”, durante más de 2 horas bajo el sol canicular de Arequipa. En este año destacaron po

Novela de Luis Eduardo Podestá, recrea hechos verídicos e imaginarios de la Ciudad Blanca de décadas pasadas que no debemos olvidar; sobretodo las nuevas generaciones, que habitan ahora la tierra del Misti, para comprender el pasado de esta tierra y a sus habitantes famosos por su temple, rebeldía y querendones de sus costumbres y tradiciones. “El Señor de los Temblores” no versa sobre el Patrono de la Ciudad Imperial del Cusco, más bien habla de manera jocosa y pintoresca de aquellos sismos y hasta terremotos que se dan continuamente en Arequipa, originados no sólo por la madre naturaleza, como el ocurrido el 23 de junio del 2001, sino también por el quehacer político, social y hasta delincuencial de quienes en determinado momento están en el poder y abusan del mismo. La nueva obra de Podestá, resulta ser un complemento para quienes ya leímos:”Cuatro días de junio”, crónica de los lamentables hechos de la Revolución de 1950 y de la novela “El hombre que se fue”, una historia