NUESTROS ESCOLARES ESTAN TAN MAL PORQUE SUS PADRES TAMBIEN LO ESTAN
Los resultados
de la última evaluación del PISA en donde nuestro país aparece en último lugar,
por los bajos puntajes alcanzados por nuestros estudiantes en matemáticas,
comprensión lectora y ciencia, no sólo es culpa de los escolares que no se
dedican a estudiar sino también de la crisis familiar y social que agobia al
Perú.
El tema merece
un profundo análisis del porque nuestros estudiantes de secundaria inclusive no
saben quién es Miguel Grau o Francisco Bolognesi o cuánto es 126 por 100. ¿Será
porque los docentes no enseñan lo necesario o los colegios son malos?
Vayamos por
partes:
La nota promedio que establece la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para los tres rubros del
Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) son de 494, 501
y 496 para matemáticas, ciencias y comprensión lectora respetivamente. Sin
embargo, Perú no solo obtuvo puntajes muy lejanos a este promedio, sino que
ocupó el último lugar en todas las categorías. 368, 373 y 384 fueron las notas
que obtuvimos, todas inferiores a las logradas por los otros 64 países
participantes de la evaluación.
Curiosamente los siete países que ocuparon los
primeros lugares pertenecen al mundo asiático (Shanghai-China, Singapur, Hong
Kong-China, Taipei, Corea del Sur, Macao-China y Japón) cuyos puntajes van de 613 a 536 en
Matemáticas; 570 a 538 en comprensión lectora, 580 a 537 en ciencias, es decir,
muy por encima de los promedios establecidos por OCDE.
Para nadie es desconocido que los orientales son
muy disciplinados en cada una de sus acciones no solo en el estudio y deporte,
sino también en el trabajo y demás actividades, ¿será por esto que logran altos
calificativos? En cambio la disciplina es lo que menos cuidamos los latinos y
particularmente a los peruanos. Además con la difusión masiva y aplicación de
los Derechos del Niño, por los cuales los menores exigen “no ser tocados ni con
el pétalo de una rosa”, ellos hacen y deshacen, y pobre de aquel docente que los reprenda.
En cuanto a la enseñanza básica regular, también es
conocido que en nuestro país se estudia menos horas que en otros países y que
el plan de estudios tiene serias deficiencias, como haber juntado en un sólo
curso: Historia, Geografía, Economía Política y Educación Cívica; pero a pesar
de ello muchos maestros se esfuerzan por cumplir su labor y las instituciones
educativas, privadas y nacionales más o menos desarrollan la currícula en las
horas programadas.
El asunto está en que la mayoría de alumnos de
primaria y secundaria no estudian, y ¿por qué no lo hacen?, la respuesta es
simple, porque más los atrae los juegos en red, la televisión y la Internet.
Además la mayoría crece a la deriva sin el control de sus padres, porque con la
excusa de que el dinero no alcanza, padre y madre hoy trabajan sin horarios
para supuestamente dar todo lo materialmente necesario a sus hijos; en otros
casos peores, los menores sólo viven con uno de sus progenitores o con otro
familiar y como éste trabaja menos tiempo aún disfruta de su compañía; y si
tiene padrastros o madrastras, su vida es mucho más complicad; por tanto el
clima de tranquilidad que requiere un menor para concentrarse en los estudios
no existe.
Si la culpa de todo fuera el sistema educativo
actual, todos los alumnos tendrían mal rendimiento, pero no, en todos los planteles existen chicos y
chicas que destacan y nos sorprenden
en el estudio, en el deporte y en el arte; y todos ellos tienen una misma
característica comprobada, que no es precisamente tener recursos económicos ni
Internet en casa, sino que tienen el
apoyo y control de sus padres.
Entonces, el
fracaso de nuestros escolares se debe en gran medida al descuido de sus
progenitores quienes no les dedican el tiempo necesario, o que priorizan lo
material a lo afectivo, porque el niño y/o adolescentes que percibe que sus
padres le dan todo lo que pide con tal de que no los moleste, crece rencoroso y
no sólo no estudia sino que también desarrolla actitudes violentas, es presa
fácil de las pandillas y de los romances prematuros y descontrolados, pues de
esta manera llenan ese vacio de la familia protectora y orientadora que no
tiene.
También a esta crisis infantil y juvenil mucho
contribuye la Telebasura con sus programas violentos y superficiales, que
infunden modelos equivocados; así como el uso descontrolado de la Internet; además la corrupción que campea en todos lados,
que hace a los jóvenes llegar a la terrible conclusión de que no se necesita estudiar mucho para tener
dinero y poder, simplemente ser vivo y avezado.
Ante esto superar el bajo rendimiento escolar y
mejorar la formación de nuestros jóvenes es tarea de todos, padres de familia,
docentes, medios de comunicación, gobernantes y toda la sociedad que tiene que cambiar su imagen y devolver la
confianza a las nuevas generaciones acerca de que sólo el que estudia triunfa
y que la corrupción es un mal contra el cual todos debemos luchar, porque de lo
contrario todo seguirá yéndose al diablo.
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