¡VIVA LA “I” SU TRADICION…! Y ¡VIVA ASPILCUETA SU COMPOSITOR!
A fines de mayo de 1979, el profesor del curso de Literatura Universal nos dejó
una tarea que para muchos resultaba pesada, leer nada menos que la obra
completa de “Crimen y Castigo” del novelista ruso Fedor Dostoeivski, justo días antes del comienzo de una larga huelga
magisterial.
En esos años no habían obras
piratas y menos resumidas como hoy, así que para cumplir la tarea, fuimos a la
Biblioteca Central de la Red de Bibliotecas
Escolares que en ese entonces funcionaba en el antiguo pabellón que daba
a la calle 2 de Mayo para pedir prestado
uno de los tres libros de “Crimen y Castido” con empaste de cuero que allí
existía. A los pocos días se inició la
huelga y durante las vacaciones forzadas
nos dedicamos a leer con detenimiento las más de 500 páginas de la citada novela, que nos atrapó de
principio a fin y que al terminarla no fue ningún castigo
realizar el resumen de 20 o más páginas
que nos dejó nuestro maestro Jorge Aspilcueta Zúñiga.
Tres meses después, cuando termino
la paralización y retornamos a clases, entregamos nuestra asignación y con mucha decisión salimos
adelante para exponer nuestro trabajo, que fue premiado con un 20 por el profe
Aspilcueta. Fuimos pocos los que cumplimos la tarea, pero los que no lo
hicieron, tuvieron una segunda oportunidad para cumplirla, porque el maestro
Aspilcueta sabía que era mejor dar más plazos
a los alumnos para que conocieran y aprendieran algo de la prosa de Dostoeivski
a sancionarlos con un cero y que se perdieran de leer por lo menos el resumen prestado de una obra
magistral.
El 31 de mayo de este año, treinta
y nueve años después dejó de existir físicamente el maestro Jorge Humberto Aspilcueta
Zúñiga, y sus enseñanzas y el contenido de “Crimen y Castigo” se me quedaron
grabadas y nunca las olvidaré, como el cariño y la identificación con la “I”
que sembraron en nosotros tantos buenos maestros que nos enseñaron a ser
ciudadanos de bien y comprometidos con las luchas sociales.
A Jorge Aspilcueta, autor del “Vals
independencia” y de la polka “Viva la I” , los estudiantes del Quinto Año “G”
lo vimos derramar lágrimas cuando le dieron la noticia de que lo habían subrrogado
junto a otros docentes por haber participado decididamente en la huelga
magisterial de ese año; seguramente se siento mutilado, porque le quitaban no sólo
un trabajo, sino el ser docente de su alma mater que tanto quería y era parte
de su ser.
Felizmente unos meses después
retornó al Colegio Nacional de la
Independencia Americana, al igual que los otros maestros suspendidos. Y en las
aulas independientes volvió a retumbar su voz, sobretodo en las verbenas que se
realizaban antes, los 14 de julio, vísperas del aniversario de la “I”, para cantar a su querido colegio el “Vals Independencia”
y la polka “Viva la I”.
El vals lo compuso al poco tiempo de egresar como
estudiante de las aulas independientes seguramente emocionado y entristecido por ya
no estar en su querido colegio. Este tema lo presentó por primera vez, un 15 de julio de 1953 en el Teatro Municipal
con el acompañamiento musical de Felix Valdivia Cano y Simón Vela; y se convirtió
en el segundo himno de los
independientes, infaltable en cada una
de nuestras reuniones, como lo es también la polka “Viva la I”. Temas a través
de los cuales el profe Aspilcueta permanecerá vivo en los corazones de todas
las generaciones de alfeñiques.
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