IMPROVISACION Y OBSTRUCCIONISMO EN 100 DIAS DE GOBIERNO

 

Cuando Pedro Castillo Terrones acepto ser el candidato de Perú Libre seguramente que no pensó que ganaría las elecciones y seria el Presidente del Perú, imaginó que sería una competencia más en su vida en la que, en el mejor de los casos , terminaría cuarto o quinto, por eso no se preparó  concienzudamente para gobernar ni en formar cuadros técnicos que lo ayudaran efectivamente a conducir los destinos del país mejor que anteriores gobernantes.

De allí la improvisación que vemos y los desaciertos que contribuyen a que los grupos de derecha se froten las manos y gocen cada vez que este gobierno de izquierda demuestra que mal gobierna. Así obstruir la gestión de Pedro Castillo es bastante fácil, mas aún cuando la gente del propio partido gobernante hace todo lo posible para contribuir al fracaso, impone ministros, y funcionarios corruptos o con rabo de  paja.

Si bien la suba de la cotización del dólar es  a nivel mundial producto de  la crisis económica causada por la pandemia del Covid, pero aqui su excesivo encarecimiento en causado también por los grupos empresariales. Asimismo, las demandas de los diferentes sectores, agobiados por el encarecimiento de los combustibles, alimentos y otros contribuyen a evidenciar el desgobierno.

Y Pedro Castillo no entiende que la campaña acabo y que debe dejar de ser iluso, prometiendo cosas que no son tangibles de realizar o al menos no de momento. Si la congresista María Agüero se quemó de entradita, cuando prometió en campaña rebajar el sueldo de los congresistas, pero apenas conoció el Parlamento se dio cuenta que el sueldo de legisladora no le alcanzaba para vivir; Pedro Castillo no puede salir ahora  a decir que venderá el avión presidencial como si con eso mejorara la economía del país.

Si se piensa en reformas legislativas estas tienen que ser consultadas y analizadas al extremo para cubrir los vacíos que existen para realizar una verdadera lucha contra la delincuencia en el país, no para dictar mas normas populistas que solo incrementan innecesariamente los gastos del Estado. En tanto, que si se quiere realmente combatir la corrupción, antes de elegir un ministro o cualquier funcionario de gobierno, se debe revisar al centímetro su trayectoria y capacidades.

Castillo ya no debe aceptar imposiciones de nadie, pero si debe buscar asesores que le ayuden a realmente a gobernar, demostrar que tienen autoridad. En tanto que la oposición debe entender que si el gobierno fracasa, el que pierde no sólo es Pedro Castillo, sino todo el país.