HISTORICAS INCOMPLETAS DEL BICENTENARIO

Una historia contada a medias no es historia real, y esa fue la sensación que nos dejó la exposición presencial “HISTÓRICAS: Precursoras de la Igualdad en el Siglo XX”, realizada dentro del marco de  celebraciones por el Bicentenario del Perú (2021-2024) y es presentada del 5 al 31 de mayo del presente, en las salas del Complejo Cultural Chávez de la Rosa de la Universidad Nacional de San Agustín; pues allí se exhiben paneles que explican acontecimientos ocurridos  desde fines del Siglo XIX y comienzos del XX, en los cuales las mujeres peruanas lograron ser aceptadas en los diferentes ámbitos de la sociedad, pero se obvian muchos otros que también marcaron precedente y no deben ser pasados por alto.

Así por ejemplo, se difunde la creación del primer Colegio Nacional de Mujeres de Lima (1928), pero ni se menciona al Real Colegio de Educandas (1813-1868), el primer y último colegio femenino que funciono en la época colonial y en las primeras décadas de la República, en el local del actual Museo Municipal de Arequipa – Fundo El Fierro, allí recibieron instrucción niñas y jóvenes adineradas y huérfanas. Fue cerrado por carencias económicas de sus benefactores, pero diez años después, las religiosas de la Congregación de los Sagrados Corazones retomaron el servicio educativo (1878) y construyeron su local propio en la cuarta cuadra de la calle San Juan de Dios, en donde actualmente funciona la I.E. P. Padre Damián de los Sagrados Corazones.

Otro hecho importante que convulsionó a la sociedad tradicional de Arequipa y que tampoco forma parte de la exposición de la cual nos ocupamos, fue la aplicación del proyecto de la Coeducación o educación mixta en el viril Colegio Nacional de la Independencia Americana, mediante el cual se permitió en 1975 el ingreso de niñas al primer año de secundaria, orden dictada por el gobierno del General Juan Velasco Alvarado,  aceptada “a regaña dientes” por la comunidad educativa de ese plantel, que intento por todos los medios recobrar la exclusividad  de educar solo a varones, situación que volvió después de 9 años, pues sólo se permitió que concluyeran sus estudios cinco promociones de mujeres, quienes estudiaron en aulas con varones luchando por tener los mismos derechos. Si bien en 1983 terminó la coeducación en el CNIA, pero a partir de entonces la instrucción mixta se aplicó en muchos colegios de la ciudad blanca.

Como estos hechos, seguramente  existen otros en el deporte, las ciencias y las artes ocurridos  también en otras ciudades, que en esta exposición seguramente también se han omitido; probablemente por descuido de las autoridades locales, auspiciadoras de la exposición y que desconocen buena parte de nuestra historia.