EL 5 DE JUNIO, EL PUEBLO PERUANO TENDRÁ UNA DIFICIL DECISION

Realmente ninguno de los dos candidatos a la Presidencia de la República que han pasado a la segunda vuelta ofrece esperanzas de un mejor gobierno de lo que hemos tenido hasta la fecha. Sin compartir el exceso de Mario Vargas Llosa, que dice: “… es como elegir entre el Cáncer o el SIDA”, creo que cualquiera sea la decisión final del pueblo peruano el 5 de junio próximo, el futuro del Perú será nebuloso. Si bien Ollanta Humala, representa una carta nueva para el Palacio de Pizarro, sin embargo, el nacionalismo que profesa no es del todo convincente para los peruanos que queremos cambios sustantivos en la política nacional. A lo largo de la campaña sus expresiones fueron tibias tratando de convencer, sobre todo a los grupos de poder, que respetará las inversiones y no habrá cambios radicales. Con ello busca tranquilizar a los opositores a quienes temen que el Perú se convierte en una nueva Venezuela. Por los exquisitos hábitos de vida de Ollanta (educa a sus hijas en colegios exclusivos de Lima, colecciona relojes caros, etc.) y la gente que llevará al Congreso de la República, varios empresarios que pagaron fuertes sumas para ir primeros en las listas congresales, no creemos que se den leyes atentatorias contra la propiedad ni inversión privada. Que diferente sería, si Ollanta no sólo diga ser nacionalista sino que lo demuestre en cada una de sus acciones, llevando al poder a gente realmente nacionalista, amante del Perú, de sus recursos naturales y por sobretodo honesta y fiel a sus principios. Pero la realidad es otra. Con keiko Fujimori tampoco creemos que hayan riesgos de un cambio del sistema económico, pero en este caso no nos cabe duda que quien gobernaría realmente sería su padre Alberto Fujimori Fujimori, a quien para empezar, Keiko le devolvería la libertad y aún cuando no libere también a Vladimiro Montesinos, de hecho que éste sería el asesor oculto de su gobierno. Entonces la historia del Perú se volverá a repetir gracias al voto del pueblo amnésico. Salvo que el 5 de junio la ciudanía demuestre tener memoria. En cuanto a la representación parlamentaria por Arequipa ya es definitivo que los congresistas por la región volcánica serán: Gustavo Rondón Fudinaga de Solidaridad Nacional; Ana María Solorzano, Justiniano Apaza y Tomás Zamudio de Gana Perú; Juan Carlos Eguren reelegido ahora por Alianza por el Gran Cambio y Marco Falconí de Perú Posible. Al parecer mejores “cartas” que las que están de salida, aunque una de ellas es nueva en política (Solorzano) por lo que deberá demostrar que no sólo tienen dinero sino también materia gris para merecer la curul y en el caso de Zamudio ahora será motivo para ver que pesa más en él, su pasado fujimorista o su nueva casaquilla nacionalista. Arequipa en todo caso permanecerá alerta para evaluar a sus nuevos “Padres de la Patria”.