RECIEN EMPIEZA LO DIFICIL PARA OLLANTA HUMALA
Si creen que lo más difícil ya paso, están equivocados, porque lo más pesado y complicado recién empieza y se debe tratar de gobernar bien el País, pensando en el bienestar de las mayorías, no sólo de un reducido grupo de privilegiados como ha ocurrido en los anteriores gobiernos.
Lo que ya paso fue la tensión y el temor de un posible fraude, felizmente terminó el escrutinio de votos sin irregularidades, Ollanta Humala al 100 % del conteo de logró el 51,489%, es decir, 7 millones 883, 204 votos a nivel nacional; en tanto que su contendora Keiko Fujimori se quedó con 48.51% y 7 millones 427 mil 305 votos. Los votos observados muy poco variarán las cosas.
Así votó el Perú, demostrando responsabilidad y que la mayoría de peruanos no somos desmemoriados y ya nadie nos convence con falsas posturas y promesas. Pero ahora viene lo más difícil para todos los nacionalistas y quienes queremos un verdadero cambio en el país mantengamos la unidad y contribuyamos desde el lugar en donde estemos, colegio, universidad, empresa, organización de base, municipio e incluso como simple ciudadano de a pie para hacer posibles las reformas propuestas y sobretodo debemos cerrar filas para luchar contra la corrupción, que es el mal de males.
Las grandes transformaciones, como intenta hacer el líder del Partido Nacionalista no son tarea de unos cuantos ni menos se realizan de inmediato ni en unos cuantos meses; todo cambio demanda estrategias a corto, mediano y largo plazo; además de una concientización de la población para desechar sus temores y hacerlos permisibles al cambio.
Los jóvenes tienen que aprender a querer a su patria, identificarse más con su país en cada una de sus acciones y ya no renegar cuando en sus colegios los hacen desfilar, ni elidir ir el servicio a la Patria; lógicamente deben mejorarse las condiciones en los cuarteles y ofrecerse varias alternativas de estudio y adiestramiento para el trabajo a fin de que los jóvenes de modesta condición económica puedan acceder a un trabajo luego de pasar 2 años en el SMO.
En el campo social y económico, la población que aguarda con gran expectativa las promesas hechas durante la campaña de: Pensión 65, el balón de gas a 12 Nuevos Soles, incremento del Sueldo Mínimo a 750 Nuevos Soles y atención médica gratuita para todos; debe entender que son medidas populistas para ayudar al convencimiento de los electores más desfavorecidos con la política económica actual; pero el futuro presidente de la Nación debe ser sincero y explicar que sus promesas no son fáciles de cumplir y requieren sobretodo un presupuesto previo para tangibilizarlas y ello demandará tiempo. Mientras tanto, el pueblo deberá demostrar paciencia, pues de lo contrario las mismas bases que eligieron a Ollanta podrían convertirse en los primeros desestabilizadores del nuevo gobierno.
En el plano internacional, la gira que hace Ollanta Humala es buena para estrechar lazos de amistad y futura cooperación con los países vecinos, sobretodo para despejar dudas sobre las políticas que serán aplicadas después del 28 de julio. Sin embargo, el nuevo gobernante debe ser cauto en asumir compromisos de manera temprana.
En resumen, contentar a la gente no es fácil siempre habrá descontentos, pero el asunto ir cumpliendo las promesas y hacer visibles los cambios desde el nombramiento de los ministros, que deben ser personas idóneas y capaces; más no incurrir en los errores del pasado y mucho menos dar cabida a gente “quemada” o que ya hizo de las suyas en otros gobiernos y que ahora se presenta con ropaje de manso corderito. Tampoco se deben pagar favores políticos colocando a empresarios por el simple hecho de haber contribuido con la campaña, porque esos al final sólo van a cuidar sus intereses y aportarían al fracaso del gobierno nacionalista.
ASI QUE OLLANTA HUMAL , A TENER MUCHO CUIDADO A PARTIR DEL 28 DE JULIO.
Lo que ya paso fue la tensión y el temor de un posible fraude, felizmente terminó el escrutinio de votos sin irregularidades, Ollanta Humala al 100 % del conteo de logró el 51,489%, es decir, 7 millones 883, 204 votos a nivel nacional; en tanto que su contendora Keiko Fujimori se quedó con 48.51% y 7 millones 427 mil 305 votos. Los votos observados muy poco variarán las cosas.
Así votó el Perú, demostrando responsabilidad y que la mayoría de peruanos no somos desmemoriados y ya nadie nos convence con falsas posturas y promesas. Pero ahora viene lo más difícil para todos los nacionalistas y quienes queremos un verdadero cambio en el país mantengamos la unidad y contribuyamos desde el lugar en donde estemos, colegio, universidad, empresa, organización de base, municipio e incluso como simple ciudadano de a pie para hacer posibles las reformas propuestas y sobretodo debemos cerrar filas para luchar contra la corrupción, que es el mal de males.
Las grandes transformaciones, como intenta hacer el líder del Partido Nacionalista no son tarea de unos cuantos ni menos se realizan de inmediato ni en unos cuantos meses; todo cambio demanda estrategias a corto, mediano y largo plazo; además de una concientización de la población para desechar sus temores y hacerlos permisibles al cambio.
Los jóvenes tienen que aprender a querer a su patria, identificarse más con su país en cada una de sus acciones y ya no renegar cuando en sus colegios los hacen desfilar, ni elidir ir el servicio a la Patria; lógicamente deben mejorarse las condiciones en los cuarteles y ofrecerse varias alternativas de estudio y adiestramiento para el trabajo a fin de que los jóvenes de modesta condición económica puedan acceder a un trabajo luego de pasar 2 años en el SMO.
En el campo social y económico, la población que aguarda con gran expectativa las promesas hechas durante la campaña de: Pensión 65, el balón de gas a 12 Nuevos Soles, incremento del Sueldo Mínimo a 750 Nuevos Soles y atención médica gratuita para todos; debe entender que son medidas populistas para ayudar al convencimiento de los electores más desfavorecidos con la política económica actual; pero el futuro presidente de la Nación debe ser sincero y explicar que sus promesas no son fáciles de cumplir y requieren sobretodo un presupuesto previo para tangibilizarlas y ello demandará tiempo. Mientras tanto, el pueblo deberá demostrar paciencia, pues de lo contrario las mismas bases que eligieron a Ollanta podrían convertirse en los primeros desestabilizadores del nuevo gobierno.
En el plano internacional, la gira que hace Ollanta Humala es buena para estrechar lazos de amistad y futura cooperación con los países vecinos, sobretodo para despejar dudas sobre las políticas que serán aplicadas después del 28 de julio. Sin embargo, el nuevo gobernante debe ser cauto en asumir compromisos de manera temprana.
En resumen, contentar a la gente no es fácil siempre habrá descontentos, pero el asunto ir cumpliendo las promesas y hacer visibles los cambios desde el nombramiento de los ministros, que deben ser personas idóneas y capaces; más no incurrir en los errores del pasado y mucho menos dar cabida a gente “quemada” o que ya hizo de las suyas en otros gobiernos y que ahora se presenta con ropaje de manso corderito. Tampoco se deben pagar favores políticos colocando a empresarios por el simple hecho de haber contribuido con la campaña, porque esos al final sólo van a cuidar sus intereses y aportarían al fracaso del gobierno nacionalista.
ASI QUE OLLANTA HUMAL , A TENER MUCHO CUIDADO A PARTIR DEL 28 DE JULIO.
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