AREQUIPA Y LA “I” SIEMPRE UNIDAS,
SOBRETODO EN LOS MALOS TIEMPOS
Pero si miramos a nuestro alrededor, veremos que los arequipeños no
necesitamos un sismo o terremoto para ver nuestra ciudad en ruinas, porque
Arequipa ya está desecha en muchas zonas como si hubiera sufrido el peor de los
embates de la naturaleza o habría sido víctima de una lluvia de
meteoritos destructores de pistas.
Y como siempre el Glorioso Colegio Nacional de la Independencia Americana,
identificado con todas las causas y problemas de la Arequipa que lo alberga,
demuestra su solidaridad estando también en ruinas, gracias a la decisión del
anterior Gobierno Aprista que con el propósito de modernizar los colegios
emblemáticos, dejó inhabitable 3 pabellones, condenando a los alumnos
alfeñiques a escuchar clases hacinados y sin poder utilizar el patio y campos
deportivos de su colegio, porque son depósitos de escombros.
¿Pero porque tanta destrucción?
Simplemente, por la falta de criterio y previsión. Por el afán de hacer
varias obras al mismo tiempo, por la ambición de ser la autoridad que más obras
hace y por olvidarse del refrán de: “Quien mucho abarca poco aprieta”.
Eso es lo que le pasa al Alcalde de Arequipa, Alfredo Zegarra Tejada, quien
ejecuta varios intercambios viales y pavimentados al mismo tiempo; y eso es lo
que les pasó al Ministerio de Educación y al ex director del Colegio Nacional
de la independencia Americana, Henry Díaz, quienes cuando aceptaron la
reconstrucción de la “I”, no consideraron que en nuestro país las obras demoran
mucho más de lo previsto y que mejor es dar paso por paso, es decir, construir
una cosa primero, acabarla, para después iniciar la otra.
No en vano reza el viejo y sabio dicho: “Vístanme despacio, que estoy
apurado”.
Porque
otra vez recibiré mi aniversario en ruinas, dice el Sesquicentenario Colegio
Independencia y Arequipa, siguiendo el ejemplo de su Alma Mater, yo también me
solidarizo contigo y recibiré mi 472 Aniversario en ruinas, agrega.
Y
a los arequipeños no nos queda otra que seguir esperando, seguir soportando el
polvo y la congestión vehicular, porque si recién ahora se apuran, trabajan las
24 horas para terminar como sea antes del 15 de agosto los intercambios viales,
lo más probable es que “las obras se hagan a la diabla” y los condenados a
sufrir las consecuencias de los malos trabajos seremos nosotros.
Porque, “cuando uno
se apura el diablo trabaja”, sino el tiempo lo dirá.
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