AREQUIPA Y LA “I” SIEMPRE UNIDAS, SOBRETODO EN LOS MALOS TIEMPOS

Nos encontramos en una temporada difícil, los temores de sufrir un fuerte sismo cada vez son más latentes al recordar este 23 de junio, 11 años del último terremoto que azotó a la Ciudad Blanca, por lo que debemos estar siempre preparados.
Pero si miramos a nuestro alrededor, veremos que los arequipeños no necesitamos un sismo o terremoto para ver nuestra ciudad en ruinas, porque Arequipa ya está desecha en muchas zonas como si hubiera sufrido el peor de los embates de la naturaleza o habría sido víctima de una lluvia de meteoritos  destructores de  pistas.
Y como siempre el Glorioso Colegio Nacional de la Independencia Americana, identificado con todas las causas y problemas de la Arequipa que lo alberga, demuestra su solidaridad estando también en ruinas, gracias a la decisión del anterior Gobierno Aprista que con el propósito de modernizar los colegios emblemáticos, dejó inhabitable 3 pabellones, condenando a los alumnos alfeñiques a escuchar clases hacinados y sin poder utilizar el patio y campos deportivos de su colegio, porque son depósitos de escombros.
¿Pero porque tanta destrucción?
Simplemente, por la falta de criterio y previsión. Por el afán de hacer varias obras al mismo tiempo, por la ambición de ser la autoridad que más obras hace y por  olvidarse del refrán de: “Quien mucho abarca poco aprieta”.
Eso es lo que le pasa al Alcalde de Arequipa, Alfredo Zegarra Tejada, quien ejecuta varios intercambios viales y pavimentados al mismo tiempo; y eso es lo que les pasó al Ministerio de Educación y al ex director del Colegio Nacional de la independencia Americana, Henry Díaz, quienes cuando aceptaron la reconstrucción de la “I”, no consideraron que en nuestro país las obras demoran mucho más de lo previsto y que mejor es dar paso por paso, es decir, construir una cosa primero, acabarla, para después iniciar la otra.
No en vano reza el viejo y sabio dicho: “Vístanme despacio, que estoy apurado”.
Porque otra vez recibiré mi aniversario en ruinas, dice el Sesquicentenario Colegio Independencia y Arequipa, siguiendo el ejemplo de su Alma Mater, yo también me solidarizo contigo y recibiré mi 472 Aniversario en ruinas, agrega.
Y a los arequipeños no nos queda otra que seguir esperando, seguir soportando el polvo y la congestión vehicular, porque si recién ahora se apuran, trabajan las 24 horas para terminar como sea antes del 15 de agosto los intercambios viales, lo más probable es que “las obras se hagan a la diabla” y los condenados a sufrir las consecuencias de los malos trabajos seremos nosotros.
Porque, “cuando uno se apura el diablo trabaja”, sino el tiempo lo dirá.

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