EL ROL DEL PERIODISTA DE HOY ES EDUCAR Y FISCALIZAR

En el Día del Periodista, es importante realizar una reflexión sobre: ¿Quiénes somos y cuál es nuestro rol? Sobretodo hoy en que nuestra sociedad vive una crisis moral, siendo el consumismo y la ambición de poder económico y político los que dominan cada una de nuestras acciones. Igualmente, la corrupción alcanza niveles inimaginables y nuestra juventud se pierde en las garras del alcohol, drogas y prostitución. Esto nos hace pensar que la humanidad va inexorablemente rumbo a su autodestrucción sin que a nadie le importe.
Y como si fuera poco ciertos medios de comunicación social contribuyen con semejante descalabro, al producir programas televisivos frívolos, al destacar los hechos de violencia en los noticiarios y promover  la expresión desenfrenada de la población frente a cualquier hecho irregular, a través de las ondas hercianas.
Si bien la Constitución y las leyes garantizan una plena libertad de prensa y de empresa, pero es bueno que los periodistas reconozcamos hasta dónde van los límites de esta libertad a fin de no colisionar con los derechos de los demás. Difundir imágenes obscenas y programas vulgares, como los que edita la televisión nacional, dañan la formación de niños y jóvenes  y promueven el morbo en la audiencia y generan más casos de violencia y atentados contra el honor y las buenas costumbres.
Lamentablemente  hoy el periodismo es entendido como un negocio por las empresas y también  por ciertos periodistas que hipotecan su conciencia por aquello que menos vale en la vida, el dinero. Cuando la sagrada misión del periodismo, tienen que ver con la defensa del aire que respiramos,  el agua que bebemos, la tierra que nos da sus frutos para nuestra subsistencia, la defensa de las libertades, la búsqueda de la verdad y la justicia, y contribuir con la buena formación de los ciudadanos. En resumen defender la vida en un clima de paz. Obtener utilidades monetarias es el objetivo de las empresas, lograr una sociedad bien informada para que pueda encaminar su rumbo correctamente, debe ser siempre la mayor aspiración del periodista.
Los medios de comunicación ahora más que nunca deben tratar de mantener la independencia del Area de Prensa y no condicionar la información a la contratación de publicidad, porque hacer esto significa mercantilizar la información y lo único que lograrán al final, es la pérdida de credibilidad ante el público.
Por su parte, las autoridades deben entender que la buena o mala imagen no se construye pagando avisos en los medios ni comprando comentarios favorables, sino con trabajo eficiente y sobretodo honrado; y los comunicadores no deben mezclar el periodismo con la publicidad, si hacen un publirreportaje deben indicarlo; las notas pagadas debe estar en el espacio de la publicidad, no engañemos a la gente ni nos engañemos a nosotros mismos. Periodista que perdió la credibilidad y prestigio está acabado.
Las empresas deben generar sus ingresos en base a la buena calidad de sus productos comunicacionales y deben contratar a periodistas profesionales con sueldos dignos y con todos los beneficios que otorgan las leyes y los gremios deben vigilar su cumplimiento. Sólo así los periodistas no tendrá excusa para desviar su camino, sin distraer su tiempo en la búsqueda de su propio sustento y menos comprometer su pluma.
Se debe recordar que los periodistas somos testigos de la historia y  reporteros del tiempo, pero por sobretodo, y más aún en los tiempos actuales, tenemos que cumplir con nuestro rol de docentes en forma  permanente del gran público al cual nos debemos. Ya que con nuestra pluma debemos formar conciencia y orientar multitudes. Si lo hacemos bien demostraremos que formamos parte de la más noble de los profesionales de lo contrario seremos viles mercenarios, parafraseando un poco  la definición que hizo del periodismo, don Luis Miro Quesada de la Guerra, extinto director de El Comercio: “El periodismo es la más noble de las profesiones pero también puede convertirse en el más vil de los oficios”.
El periodismo debe contribuir a la dignificación de la sociedad más nunca a su destrucción y maltrato. Las notas policiales deben ser tratadas con mucho cuidado, teniendo en cuenta que los protagonistas de ellas son seres humanos como nosotros y que deben tratarse como nosotros quisiéramos ser tratados.
El periodista debe informarse y documentarse primero para luego informar a los demás. Hoy tenemos a nuestro alcance  una serie de recursos tecnológicos que antes no los tuvieron quienes nos antecedieron, sin embargo, muy poco hemos avanzado en el enriquecimiento de nuestra cultura, el mejoramiento de nuestro léxico y en mantener la ética y la moral en cada una de nuestras acciones.
Conviene citar aquí a Manuel Jesús Orbegozo, quien en su obra: “Periodismo, Teoría y práctica” señala: “Todo aspirante a periodista, no podrá lograrlo ni menos ejercer profesionalmente si por lo menos, no pretenden alcanzar tres perfecciones: 1. Ser técnicamente perfecto, 2.  Ser éticamente perfecto y 3. Ser culturalmente perfecto, es decir,  la perfección debe ser nuestra máxima aspiración, ideal inalcanzable  para un simple mortal, pero al que los periodistas dada nuestra privilegiada labor, que nos permite estar en muchos lugares y conocer de todo aunque sea con un mínimo de profundidad, debemos plantearnos como meta, de lo contrario con que moral podremos cuestionar a otros, pedirles cuentas y afirmar que están equivocados.
Por eso, colegas no nos queda otro camino, que el estudio permanente y la superación diaria; y las entidades que tiene la delicada misión de formar a nuevos periodistas deben incorporar en sus planes de estudio, cursos de historia y de análisis de la realidad nacional y del Mundo; exigir mucha lectura a sus estudiantes, sólo así tendremos periodistas preparados para preguntar y emitir opinión.
Se debe tener en cuenta que los periodistas escribimos los datos de la historia, y la nota emitida hoy subjetivamente se convierte en la versión legitima del pasado, por eso lo que publicamos debe ajustarse lo más posible a la realidad.
A través de la historia, la prensa ha demostrado ser el más importante instrumento para reformar la sociedad.  Desde la difusión de los Derechos del Hombre hasta nuestros días la prensa lleva a cabo su permanente misión de corregir defectos, enmendar yerros, señalar el camino de la justicia y buscar el bienestar de la humanidad proporcionando alternativas de solución. Y ello se hace a través de nuestro triple rol informativo,  orientador y fiscalizador,  este último no debe ser eludido por ningún motivo, aun cuando este en juego nuestra estabilidad laboral y sustento, porque periodista que no fiscaliza no es periodista.
Por  estas razones el Periodismo es una devoción y los periodistas debemos ser devotos de  la verdad, libertad, justicia e igualdad, más no de los valores monetarios y menos de los intereses particulares.
Hoy más que nunca, ante los momentos difíciles que vive nuestra sociedad, es de vital  importancia que los periodistas desarrollemos nuestra función de educadores de la sociedad. El periódico debe ser “El libro del pobre”, la radio y la televisión que ingresan sin permiso a los hogares y a la mente de los niños, jóvenes y adultos, con mayor razón deben difundir mensajes educadores y no mal formadores y las empresas deben ser conscientes de ello. Se  tienen que producir programas constructivos y noticiarios que informen con responsabilidad protegiendo siempre los intereses de todos los peruanos. Defendamos la pluralidad de información y la libertad de expresión.
Actualmente, las nuevas tecnologías  invaden nuestras vidas con una velocidad vertiginosa y la gente joven han progresado muchos en su uso, pero en el aspecto ético y moral  se está retrocediendo. Es muy notorio que los jóvenes de hoy no leen diarios ni escuchan o ven noticieros, por lo que es necesario que los periodistas seamos muy creativos para producir espacios informativos y culturales que seduzcan la atención de los adolescentes y de los nuevos ciudadanos, quienes deben estar al tanto del acontecer diario para emitir opinión en torno a la problemática local y nacional y ser agentes de cambio.
Este 1 de octubre celebramos el día de quienes entendemos  que nuestra misión es mucho más que laborar 8 horas diarias a cambio de un salario; pues somos conscientes de haber sido elegidos para desempeñar una labor única  y distinta a todas las demás; que cada día nos da la oportunidad de ser agentes de cambio y contribuir a la búsqueda de soluciones a los problemas que aquejan a la humanidad. El espíritu consumista ni la corrupción deberá acabar con nuestros principios, tengamos siempre en cuenta que lo más importante  es ser buenas personas y profesionales probos, es decir, verdaderos periodistas.
Gracias




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