¡FUE UN TRIUNFO DE LAS MINORIAS!
Tras los
resultados obtenidos en las elecciones regionales y municipales, en donde
generalmente no ganaron, los candidatos menos cuestionados y los mejores planes
de gobierno, nos topamos con varias interrogantes, ¿a
nuestra gente le gusta la corrupción?,
¿sigue creyendo en las promesas y campañas millonarias?, o ¿elige al que
más regalitos le dio?.
Si consideramos, las opiniones y cuestionamientos de muchos ciudadanos a través de los diferentes medios de comunicación que censuraban a varios de los candidatos que hoy son triunfadores, la respuesta quizás sería que los resultados de las elecciones no los deciden los electores pensantes, sino la gente menos preparada y fácilmente influenciable por los políticos.
Esto resulta
valedero si consideramos que en promedio un 70 por ciento, de la población
electoral de Arequipa no votó por los elegidos el 5 de octubre, y el margen
sería mayor si se considerarán los votos en blanco y nulos. Y esto lo deben
tener muy en cuenta, el Alcalde Provincial reelecto y los dos candidatos que
pasaron a la segunda vuelta para el Gobierno Regional de Arequipa. Ustedes
están allí no porque la mayoría lo quiere o éste conforme con su gestión o
propuestas, sino simplemente gracias a sus adeptos o de quienes creen en sus
palabras de políticos.
Además también
los ha favorecido la excesiva cantidad de candidatos, que dispersó el voto de
los ciudadanos opuestos a la reelección y cansados de la corrupción. Esto tengan
muy en cuenta los futuros candidatos, quienes deben despojarse de personalismos
y llegar a un consenso, es decir, buscar un candidato único que reúna las
cualidades que buscamos los electores (honestidad, probidad, conocimientos y
experiencia) y que pueda captar el apoyo de la masa electoral que quiere un
cambio.
Ojalá algún día, y esto compete a
nuestros congresistas, tengamos normas más precisas y duras para impedir, que:
las autoridades corruptas vuelvan a postular,
que las campañas se desarrollen sin control alguno, o que para los
gobiernos locales se vote por listas cerradas. Hasta ahora, salvo raras
excepciones, los candidatos a burgomaestres llevan como regidores a gente que
pagó por una buena ubicación e individuos que les serán leales y no ejercerán
para nada su tarea fiscalizadora; esto tiene que cambiar, deberíamos votar por
separado para alcaldes y regidores.
Sólo así se
derrotará a los reeleccionistas y representantes de los grandes poderes
económicos.
De lo contrario los resultados
siempre serán los mismos.
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