JUAN GUILLERMO CARPIO MUÑOZ VIVE EN EL CORAZON DE AREQUIPA

Al cumplirse un año de su partida física, Juan Guillermo Carpio Muñoz, vive en el corazón de sus amigos con quienes compartió sus conocimientos sobre la historia de Arequipa y practicó las costumbres mistianas. Por eso, sus más allegados nos reunimos el domingo 1 de marzo,  como cuando él nos convocaba, para degustar la rica comida arequipeña y cantar esas canciones que compuso con tanto amor para la Ciudad Blanca.
Dicen que para trascender en esta vida, hay que escribir un libro, sembrar un árbol y tener un hijo, pero JGCM, se pasó, escribió muchas obras sobre la historia y costumbres arequipeñas, a cada paso que daba sembró en los jóvenes ese amor entrañable  por la tierra que los vio nacer, haciéndolos hijos de su saber y querencias.
Han pasado 365 dias de su viaje sin retorno y parece que sigue entre nosotros, pues cuando nos reunimos en torno a una mesa bien servida con el adobo, el chuque de camarones o el timpo de rabos acompañado de esas torrejitas de verduras que tanto le gustaban, sentimos que a través nuestro sigue paladeando esos ricos potajes.

Por eso, este domingo estuvimos nuevamente con él, pues después de la misa en el Templo de San Lázaro, en donde oramos por su descanso; nos fuimos a una picantería de Yanahuara para brindar con la chicha de guiñapo y cantar: "Campanitas de San Lázaro", "Menelik", "Socabaya", "elogio a la comida arequipeña" y otras con la guitarra y primera voz de Rafael Toledo, el coro que JG descubrió y forjó en sus últimos años para que la música arequipeña siga difundiéndose.
Y el Texao,  esa obra de 12 tomos que reedito y amplió hasta su último aliento para que las nuevas generaciones conoscan la historia de Arequipa durante el Siglo XX, esta allí esperando ser leída, para que también en ti perdure el amor por nuestra tierra.
Asimismo, el sábado 7 marzo a las 18 horas, en el Auditorio del Instituto Cultural Peruano Norteamericano,  músicos e intelectuales tributarán un homenaje póstumo al "Hijo Predilecto de Arequipa", Juan Guillermo Carpio Muñoz, recordando su vida y obra. Esta actividad se denomina Homenaje en 3 tiempos a Juan Guillermo Carpio.

ANECDOTAS CON JUAN GUILLERMO
A Juan  Guillermo lo conocí a fines de la década del ochenta del siglo pasado, osea fuimos amigos durante algo mas de 30 años; la primera vez que entablamos conversación fue cuando con un grupo de sus alumnos de la UNSA iba al díario El Pueblo donde yo  trabajaba, con la finalidad de obtener información sobre hechos importantes ocurridos en Arequipa a comienzos del siglo pasado, seguramente para la parte que le correspondía escribir en la obra que presento junto a otros reconocidos hombres de letras y que se denominó: "Historia General de Arequipa".
Asi durante varias semanas JG acudia por las mañanas al diario de la calle Sucre para cumplir su objetivo y enseñar a sus pupilos como debian revisar los pesados y grandes tomos del archivo del Decano del Sur, que si bien sigue circulando con un tamaño standar pero, ahora es mucho mas pequeño.
Años después cuando ya nuestra amistad llevaba varios años, un dia que salì a realizar mi cuadro de comisiones, al pasar cerca a la pontezuela de la Catedral, me lo encontré repartiendo unos llaveritos de jebe con la forma del mapa del Perú, pues estaba promocionando su candidatura al Congreso, luego de una breve conversaciòn y que con esa sonrisa que siempre lo acompañaba me dijo "si puedes el domingo tal marca el mapita y escribe el mi numero, gracias de antemano amiguita. y asi fue cosechando voto a voto hasta sumar la cantidad que lo convirtiò en asambleista constituyente. Eso fue en el año 1992, pues año siguiente se promulgó la Carta Magna que sigue vigente.
Para nadie es desconocido que una de la características de Juan Guillermo era  su "buen diente", y, en la década de los 90s, junto a su  esposa regentó un restaurante-picanteria  en Tahuaycani, denominado "La Alcantarilla", que estuvo poco tiempo bajo su conducciòn. Recuerdo que para su apertura convocó al periodismo a una degustación de los potajes arequipeños que allí se iban a expender, hubo una gran mesa  con varias chompitas de chicha de huiñapo y platos tìpicos de Arequipa ( chaque de tripas, timpo de rabos, chupe de camarones, torrejitas de varios tipos, locro, estofado, adobo y mas).
Todos fuimos picando de uno y otro plato, pero cuando  estuve frente a al chupe de camarones, que es una de mis debilidades, me detuve mas tiempo y justo por coincidencia JG, pidio un momento de atención y pronunció una hermosa prosa de su inspiración, elogiando la comida arequipeña y cuando le tocó hablar del chuque de los caramones, del cual también era fanático, me di cuenta que ese potaje a parte de rico es realmente una obra de arte en donde el personaje principal son esos crustáceos verduscos que cuando estan cocidos se enrojecen y su delicada carne blanca es realmente un majar.
Y finalmente, es también una anécdota, cuando ya en la primera década de este milenio, por un tiempo hicimos radio con otro amigo Walter Castillo, y en varias ocasiones entrevistamos a JGCM sobre temas arequipeños y un dia al finalizar la entrevista, le comenté que mi esposo era aficinonado a recopilar música antigua, JG me dijo de inmediato preséntamelo me interesa conversar con él, pero cuando le comente ello a mi pareja, éste un poco desconfiado y sociable, me dijo que no le interesaba hacer amistad con dicho personaje. el tiempo pasó y siempre que me encontraba con JG me recordaba que deseaba conocer a mi consorte, y yo siempre le decia ya habrá oportunidad.
Hasta que un dia, a la salida de una actividad cultural a las que siempre me gustaba acudir y que fuí con mi esposo, ocurrió el encuentro con JGCM y fue inevitable presentarlos; a partir de estonces se hicieron amigos y empezaron a conpartir información sobre hechos históricos para las obras de uno y del otro, hasta viajamos juntos a Margarita; y quien les dice que en los últimos meses de vida de JGCM, mi consorte fue su gran apoyo para culminar su última obra, la reedición del Texao en 12 tomos, mas dos  resumidos.