PROMOCIONES DE LA “I” SE LAS INGENIARAN PARA CELEBRAR A SU QUERIDO COLEGIO
No estaremos
juntos pero nadie nos impedirá estar unidos el 15 de julio
Para los alumnos del Colegio Nacional de la Independencia
Americana, será uno de los peores años de su vida, especialmente para los
chicos del primer año, porque se perdieron la experiencia de conocer su aula y
cada uno de los ambientes del Colegio
que marcará sus vidas, como miles de personas que desde hace 193 años, ingresaron niños al
plantel nacional que fundó el libertador Simón Bolívar para convertirse en
hombres defensores de la justicia y libertad.
Si pues, por causa de la pandemia del Covid
19, los jovencitos de 12 o 13 años que este año ingresaron a la “I” se
perdieron la experiencia de ser los nuevos alumnos, que integrarían la Brigada
Escolar, la Banda Sinfónica o la selección de fútbol, básquet o quizás
atletismo. En cambio, los que están en segundo, tercero y cuarto si bien
tampoco viven la experiencia de ser estudiantes de esos grados de la secundaria,
pero por lo menos les queda el consuelo de que ya conocieron in situ a su alma
mater.
Pero quienes quizá sufren una frustración
mayor, son sin duda los muchachos de quinto año e integrantes de la Promoción
2020, ellos más que nadie odiaran al Coronavirus, que les impidió gozar el
último año de sus estudios secundarios en su colegio, de ser los hermanos
mayores, de representar a su alma mater en los desfiles por: el 193 Aniversario
de nuestro amado colegio, fiestas
patrias, día de Arequipa, etc. Ellos no olvidaran que la maldita pandemia les
impidió lucir sus casacas de promoción, de planificar y realizar quizás un
viaje o baile de promoción y cantar a todo pulmón el himno del colegio en cada
ceremonia cívica.
A ellos a manera de consuelo, les contaremos que en 1978 y 1979, las
promociones de esos años, perdieron tres meses de clases, es decir, 90 días
entre abril y julio de esos años, se quedaron en sus casas debido a las huelgas
magisteriales originadas por la insensibilidad del gobierno militar de aquel
entonces, que no escuchaba los reclamos del profesorado, llegando a castigar
incluso con la subrogación (el retiro de sus puestos) a los maestros que no
obedecieron con retornar a clases.
Debido a ello mi Promoción, la primera
mixta y que egresó en 1979, en cuarto y quinto de secundaria no celebró los
aniversarios del Colegio en esos años, pero si
apoyó la lucha de sus maestros en las calles y varios de sus integrantes
hasta sufrieron la represión de las fuerzas del orden; y para recuperar algo de
las clases no dictadas, tuvimos que asistir varios sábados e ingresar una hora
antes de lo debido de lunes a viernes, a las 6:45 horas y quienes no madrugaban
se perdían de aprender matemáticas. En ese entonces el dictado de clases si o
si tenía que ser presencial, la educación virtual era inimaginable y la
tecnología de las comunicaciones hasta entonces sólo comprendía: radio,
televisión y teléfono fijo, medios de acceso limitado. Pese a ello, muchos
ingresamos a las dos universidades que existían en Arequipa, sin necesidad de
ir a una academia de preparación que en esos años apenas empezaban a formarse.
A parte de nosotros, también otras
promociones vivieron experiencias similares, ni que se diga de la Promoción
1951, cuyos integrantes cuando estuvieron
en cuarto año impulsaron una huelga que se convirtió en la sonada Revolución
del 50. Muchos de sus protagonistas no sólo fueron expulsados sino hasta
detenidos y no lograron concluir la secundaria en el Colegio Independencia.
Es que en las aulas independientes desde
siempre no sólo se imparte el conocimiento de las ciencias, letras y artes,
sino también se forja el espíritu rebelde y contestatario de los
arequipeños. En este 2020, a los
independientes y estudiantes en general
les ha tocado aprender a luchar desde sus casas contra
un enemigo invisible pero muy peligroso, al que sólo evitaremos y
venceremos con mucha disciplina y perseverancia de las nuevas reglas para el
cuidado de nuestras vidas.

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