VIVIMOS UNA ANARQUÍA POR SER INDIFERENTES, POR DEJAR PASAR, DEJAR HACER…

Lo que vive nuestro Perú es únicamente culpa de todos los que habitamos en este país. Cuántos años sin que el pueblo peruano no dijera nada para oponerse a las decisiones gubernamentales que afectaban sus intereses.

Cuántos años de vida silenciosa de nuestras instituciones y cuanto tiempo de vida pacífica de cientos de sindicatos que solo sobreviven para reclamar incrementos salariales al interior de sus entidades, sin involucrarse realmente en los problemas nacionales.

Cuántos años en que el peruano común vive preocupado en su propia sobrevivencia y adormecido por los programas que le ofrece la Telebasura, sin tiempo para analizar la realidad peruana y preparase para saber elegir a sus autoridades.

Si sabíamos desde hace mucho que la inseguridad y la corrupción son los principales problemas del país, porque no hicimos nada por presionar a los gobiernos a dar solución a estos temas.

Si somos nosotros los que pagamos con nuestros impuestos a la Policía Nacional porque permitimos que ésta solo sirva para seguridad a los gobernantes y para reprimir a manifestantes, en vez de que actué con eficacia para contrarrestar la delincuencia. Claro se necesitan leyes que posibiliten una lucha frontal, pero hasta cuando no exigimos a nuestros legisladores que en vez de crear: “el día del pollo, de la salchipapa y del pisco”, se den normas para castigar ejemplarmente a los corruptos, violadores y asesinos.

También mucho se habla sobre la necesidad de modificar la Constitución, pero hasta cuando no exigimos realmente una nueva Carta Magna, que proteja los intereses de todos y no sólo de los grupos de poder.

Tuvo que pasar una vacancia de un presidente cuestionado y la ascensión de un gobernante golpista para que por fin despertará la población y nos diéramos cuenta de que existen jóvenes pensantes.  Pues ahora empecemos a construir una clase política mejor; exijamos la reforma constitucional y una nueva ley electoral que posibilite la participación de nuevas agrupaciones conformadas por profesionales, técnicos y peruanos intachables que si quieran un Perú más justo y equitativo. De lo contrario volveremos a lo mismo.