EL TLC Y NUESTRO “GRAN FUTURO”

Que el Senado del Congreso de los Estados Unidos ratifique la aprobación del proyecto de Ley de Implementación del Tratado de Libre Comercio con el Perú, con 77 votos a favor y sólo 18 en contra, demuestra que este acuerdo es sumamente ventajoso para los intereses del país del Norte. Claro se trata de abrir la puerta grande del mercado peruano para que los inversionistas americanos tengan mayores oportunidades de realizar negocios con ganancias aseguradas.
A cambio de esto, los boyantes empresarios peruanos (el Grupo Romero, Gloria y unos cuantos más) tendrán la gran oportunidad de incrementar sus patrimonios exportando, alcachofas, espárragos, leche UHT y algunas cositas más, con lo que colocarán el nombre de Perú en varios supermercados gringos.
Mientras tanto, los micro, pequeños y hasta medianos empresarios y agricultores no pueden siquiera darse el lujo de “llorar sobre la leche derramada”, porque tienen muy poco tiempo 2 o quizás menos años para ponerse a la altura de los grandes productores norteamericanos, tendrán que capacitarse aceleradamente y adquirir la tecnología de punta que llegará a precio de oferta de los Estados Unidos, de lo contrario podrían desaparecer.
Pero seguramente, que el gobierno peruano ya tiene todo previsto para evitar ello y en breve dictará las medidas que sean necesarias para que nuestros agricultores e industriales puedan acceder a créditos blandos que les permita crecer y responder al gran reto del TLC. Sólo así se justifica tanto festejo y algarabía en nuestros gobernantes que piensan que el Perú es el gran beneficiado con el Tratado de Libre Comercio y no contentos con esto ya iniciaron las tratativas oficiales para suscribir de inmediato otro convenio similar con el mejor vecino que tenemos, Chile, país que desde hace unos años nos han invadido comercialmente (Sin necesidad de TLC) al punto que cada vez es más difícil encontrar un producto peruano y sentirnos satisfechos de que estamos consumiendo algo nuestro.
Sin embargo, como no debemos ser “Perros del Hortelano”, debemos ser optimistas y apoyar al Gobierno Aprista para que cuanto antes termine de entregar nuestras riquezas a países que si saben comer y que quizás nos dejen comer algo. Total hay que ver lo positivo del asunto, pues de aquí a unos años no seremos nosotros y los chilenos los que nos enfrentemos una vez más por la supremacía de un territorio, sino Estados Unidos y Chile tendrán que medir sus fuerzas para determinar quien se quedará con esta colonia llamada Perú.
Aunque lo más probable es que la mayoría de los micro y pequeños empresarios peruanos sucumban en el intento de querer competir con los grandes; y ni que decir de los que no tenemos ni chacra ni negocio alguno, lo más seguro es que muramos víctimas de alguna enfermedad, ante la imposibilidad de comprar los medicamentos que vendrán sólo del extranjero con precios exorbitantes; o simplemente perezcamos de hambre.
Entonces los pocos peruanos que sobrevivan de repente tendrán la gran oportunidad de decidir o ser ciudadanos chilenos o estadounidenses y con ello habrán logrado dar el gran salto de vivir en una sociedad dominante y no dominada, en donde no exista más “Perros del Hortelano” ni vende patrias, sino gente con espíritu emprendedor que si sepa hacer negocios en otras latitudes.
Pero estas sólo son especulaciones o presagios, como ese que en el 20l7 caerá un meteorito a la Tierra y la destruirá o que se avecina un gran terremoto que podría destruir gran parte del Perú. Claro que entre lo anterior y estos últimos vaticinios algunos preferiríamos lo segundo, es decir, la muerte digna causada por la madre naturaleza.