EL ABORTO TERAPEUTICO: UN MAL NECESARIO

En vísperas del “Día Internacional de la Mujer”, uno de los temas de debate que enfrenta a católicos y liberales o modernistas, es el denominado “Aborto Terapéutico” que tienen que ver directamente con la salud reproductiva de la mujer y su sobrevivencia.
Según estadísticas del Hospital Honorio Delgado Espinosa, sólo en el 2007 se atendieron 2 mil 500 mujeres con hemorragia interna mortal, producto de la práctica de abortos clandestinos inducidos. En tanto que el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales, señala que cada año en el Perú se registran entre 800 y mil 200 muertes maternas y de esta cantidad un 15% tuvo que ver con enfermedades de las gestantes que pudieron evitarse de haber existido el aborto terapéutico.
El problema en realidad es muy complejo y las causas que conducen a la interrupción del embarazo son muchas, la primera puede ser la falta de orientación sexual a los jóvenes, la poca comunicación entre padres e hijos adolescentes, la falta de medios económicos para mantener a un nuevo ser, la concepción de hijos no deseados o producto de violaciones, enfermedades congénitas, la falta de planificación familiar, etc.
Con el fin de reducir la morbilidad materna, la Gerencia Regional de Salud con el aporte del Colegio de Abogados, emitió la Resolución N° 75-2007-GRA/GRS/GR, que aprueba el protocolo para el manejo de los casos de interrupción legal del embarazo, en el que se indican hasta 24 patologías (Cardiopatía congénita, TBC pulmonar, insuficiencias renal o respiratoria, neoplasias malignas, hipertensión entre otros males) que permitirían el aborto terapéutico a fin de preservar la vida de la gestante.
Sin embargo, apenas se difundió dicho protocolo, que cubría un vacío legal, el Arzobispo de Arequipa, Monseñor Javier del Río Alba, se opuso terminantemente a la aplicación del mismo, alzando su bandera Católica en pro de la defensa de la vida del ser que esta por nacer, aún cuando ello signifique la muerte de otra persona. Su protesta logró suspender la aplicación del referido Protocolo el cual ahora está en revisión.
Si bien los cristianos y católicos defendemos la vida, pero resulta que no somos del todo coherentes con este principio, porque así como se protege al feto se debería amparar a miles de niños que deambulan por las calles a expensas de uno y mil peligros, porque sus padres los abandonaron o porque simplemente no tienen para mantenerlos.
Pero no, la Iglesia Católica en Arequipa defensora de la vida, no hace nada para dar amparo a los niños que desde muy pequeños piden limosna o trabajan en las calles; tampoco hace algo por las niñas en abandono moral; ni desarrolla algún programa de orientación sexual o prevención de embarazos en favor de los adolescentes desprotegidos; y mucho menos ayuda a las jovencitas que resultan embarazadas y son abandonadas por sus parejas y progenitores.
Los que vivimos en Arequipa sabemos que nada de eso existe y que cada vez va en aumento la delincuencia y la prostitución a causa de que muchos niños y niñas nacen sin “el pan bajo el brazo”, por tanto, desde muy temprana edad tienen que aprender a sobrevivir en las calles a cualquier precio. Igualmente, sabemos que muchas madres, que aceptaron tener todos los hijos que Dios les dio, deciden en determinado momento eliminar a sus vástagos y descartarse a sí mismas ante la falta de medios económicos para seguir viviendo.
Por tanto, el aborto terapéutico es una necesidad para salvar la vida de muchas madres y evitar que más niños queden huérfanos. Incluso el protocolo en actual revisión debería incluir aquellos casos de gestantes alcohólicas y drogadictas que alumbrarían hijos anormales, así como los casos de menores violadas que aún no están en la capacidad de ser madres. Pues da pena ver a niños en total abandono moral y material persiguiendo a sus padres adictos al alcohol o drogas; así como a niñas de 12, 13 o 14 años con bebés a cuestas que ni siquiera pueden sostener en sus pequeños brazos y muchos menos podrán educar y formar adecuadamente. Deberíamos ser una sociedad más responsable evitar estos cuadros lamentables.

Comentarios

Kike ha dicho que…
Luedo de leer su colummna en Vista Previa, quisiera hacerle unas precisiones:

1. El aborto,(mal llamdo terapeutico)no tiene nada que ver con políticas de salud, nunca salud ha implicado asesinar, ni con la supervivencia de mujeres, pues los embarazos en el 99.9 % de los casos no constituyen riesgo para la mujer.

2. Las estadisticas a las que se refieren, es decir los 2 500 niños asesinados, no se encontrarían dentro de los supuestos establecidos en el protocolo de "interrupción legal del embarazo", puesto que estos nunca fueron el único medio para salvar la vida de la madre (tal y como se estipula en el actual código penal)

3. La causa de los abortos, sólo tiene que ver con un absoluto desprecio por la vida, en no valorar la VIDA de un ser humano por nacer, pero ya ser humano.

4. Todas las causas que se han enumerado, como generadoraas del aborto, corresponden realmente, a causas socilaes de pobreza y perdida de principio morales, la hiperdifusión del sexo y demás placeres narcicistas, que suman a la poblacion ( y en especial a la población joven) en un profundo individualismo y egoismo, que lo lleve a desvalorar todo aquel oo que no se relacione con el yo personal.
Mantener su criterio, supone promover una eugenesia social en la que el camino adecuado es la desaparición de las personas de escasos recursos, en buen cristiano , matemos a los pobres
Pero el niño, que ya existe en el vientre materno, no tiene ninguna responsabilidad, por la ineficiencia en los sistemas sociales, la irresponsabilidad sexual de los padres o el vergonzoso delito de algunos, no merece morir por algo que no hizo.

5. La Iglesia, en sus dos mil años de existencia, es la principal promotora para la defensa de los intereses de los niños y las personas de escasos recursos, la prueba está en los miles de albergues y comedores populares existentes en el país impulsados promovidos y subsidiadas por la Iglesia Católica, quien es la misma que propone cada domingo vivir la solidaridad y el amor cristianos, la defensa del ser humano des de el primer segundo de su existencia.
Asimismo es la iglesia, la que fiel a su vocación promueve una sexualidad responsable, haciendo un llamado a la abstinencia hasta consagrar el matrimonio. Repitiendo que el único medio anticonceptivo es la abstinencia y no la promiscuidad escandalosa.

Los niños, no tienen culpa del abandono de sus padres, ni de su irresponsabilidad, ni de los problemas sociales, promover el aborto para que los niños no queden huerfanos o abandonados, equivale a decir, matemoslos ahora, porque les conviene mejor no nacer.

En vez de promover la cultura de muerte, busquemos dignificar al ser humano en su real dimensión, nadie quiere madres adolescentes irresponsables, pero la solución no es decirle que tengan sexo irrestricto, porque si sucede algún problema, ya se puede solucionar.

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