LA DURA REALIDAD DE NUESTRO PERU
El Presidente de la República, Alan García Pérez se vanagloria diciendo que el Perú está creciendo y seguramente en el discurso que pronunciará este 28 de Julio, lo hará una vez más. Lo cierto es que algunas cifras están aumentando, como el costo de vida, el número de personas sin seguro médico o de madres adolescentes, más no se elevan las remuneraciones o las fuentes de empleo para que los peruanos nos sintamos felices en estas Fiestas Patrias.
Los resultados oficiales de los Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda, recientemente dados a conocer por el INEI aún cuando no revelan a cabalidad ni exactitud la situación actual del Perú, nos demuestran que aquí las cosas no marchan bien como tratan de hacernos creer nuestros gobernantes.
Si bien el último Censo dice que el 31.1% de peruanos mayores de 15 años (en Arequipa esta cifra supera el 40%) cuenta con educación superior, pero dicho estudio no precisa cuántos de estos profesionales desarrollan su profesión, seguramente la mayoría, si trabaja o está sub empleado, se desempeña en cualquier otra cosa. Un dato complementario y negativo en este rubro, es que en las zonas rurales solo seis de cada 100 personas llegan a la universidad, mientras que en las zonas urbanas son 38, esto desde luego se debe fundamentalmente al factor económico. En pocas palabras siguen siendo pocos los que pueden seguir la carrera de sus sueños y muchos menos los que llegan a aplicarla.
En cuanto al analfabetismo, el censo detalla que el 27.5% de los asháninkas es analfabeto. En igual situación se encuentra el 14.6% de los aimaras y el 21.8% de los quechuahablantes. Aquí también el censo quedó corto porque en nuestro país hay un elevado número de habitantes que aprendió a leer y escribir en su infancia y adolescencia, pero una vez concluido el colegio viven divorciados de los libros y se resisten a conocer el mundo de informático, constituyendo el gran segmento de los analfabetos modernos. Por ahora el estudio del INEDI sólo precisa que apenas 998 mil 2 hogares poseen una computadora y de esos solo 458. mil tienen acceso a internet.
Los resultados de los Censos Nacionales 2007, establecen que la población peruana llegó a las 28 millones 220 mil 764 personas, cifra superior en 5 millones 581 mil 321 habitantes a la que se registró en el pasado Censo de 1993. En Arequipa ya somos más de un millón 150 mil personas. Aquí aparece otro problema, del total de peruanos más de medio millón no tiene DNI y de esta cantidad más del 277,628 ni siquiera cuenta con partida de nacimiento; estas personas generalmente habitan en regiones de frontera como Ucayali y Loreto, lugares donde la presencia del gobierno es mínima y la trata de personas no encuentra mayores obstáculos.
En cuanto a salud, las falencias abundan y el Censo no puede ocultarlas, en nuestro País, el 64.5% de mujeres son madres, es decir, 6 mlls.822 mil 631, pero de este total 487 mil 365 son madres solteras, o sea 7 de cada 100 progenitoras; y lo que más nos preocupa es que existan 160 mil 317 mamás adolescentes. Siendo por tanto urgente incidir más en las programas de orientación juvenil y familiar para evitar un crecimiento mayor de los embarazos precoces.
Igualmente, el actual gobierno debe poner mayor interés en el tema de seguridad social, porque de acuerdo a los resultados del Censo del 2007, el 57.7% de la población peruana no cuenta con un seguro de salud al que pueda acceder en caso de enfermedad o de una emergencia. Y dudamos que las últimas normas dictadas para mejorar las condiciones laborales, reduzca en gran medida dicha carencia.
Otro asunto dentro del sector Salud, que no puede soslayarse, es que en el 10,9% de hogares del país, 735 mil 400, existe por lo menos una persona con algún tipo de discapacidad, que requiere un tratamiento especial y una oportunidad para reinsertarse en la sociedad como un elemento útil.
En cuanto a servicios básicos, todavía las deficiencias son elevadas y demuestran que en el Perú las condiciones de vida son deplorables para un gran número de compatriotas; pues los resultados oficiales del censo señalan que sólo el 54,7% de viviendas particulares cuentan con conexión de agua potable, el resto se sigue abasteciendo de un solo caño para varias familias, o de pozos, tanques, acequias y ríos; mientras que 2 millones 311 mil 411 viviendas, de casi 7 mlls., no cuentan todavía con alumbrado eléctrico; y aunque parezca increíble el 30, 2% de familias peruanas todavía cocina con leña y un 4,2% con bosta, sencillamente porque el dinero no les alcanza para comprar gas o kerosene. Y así todavía el gobierno duda en ejecutar el Gaseoducto Sur Andino y satisfacer primero la demanda local.
Con todas estas cifras quien puede dudar que en el Perú existe pobreza y bien marcada. Por eso aquí los gobernantes deben preocuparse por atender primero las demandas sociales de las mayorías y no únicamente de los ricos; el tema de las regalías mineras no puede postergarse más, necesitamos dinero para atender las necesidades de la población que son muchas más de las reflejadas por el Censo del 2007. Si nuestras autoridades quieren subir en las encuestas ya saben lo que tienen que hacer.
Los resultados oficiales de los Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda, recientemente dados a conocer por el INEI aún cuando no revelan a cabalidad ni exactitud la situación actual del Perú, nos demuestran que aquí las cosas no marchan bien como tratan de hacernos creer nuestros gobernantes.
Si bien el último Censo dice que el 31.1% de peruanos mayores de 15 años (en Arequipa esta cifra supera el 40%) cuenta con educación superior, pero dicho estudio no precisa cuántos de estos profesionales desarrollan su profesión, seguramente la mayoría, si trabaja o está sub empleado, se desempeña en cualquier otra cosa. Un dato complementario y negativo en este rubro, es que en las zonas rurales solo seis de cada 100 personas llegan a la universidad, mientras que en las zonas urbanas son 38, esto desde luego se debe fundamentalmente al factor económico. En pocas palabras siguen siendo pocos los que pueden seguir la carrera de sus sueños y muchos menos los que llegan a aplicarla.
En cuanto al analfabetismo, el censo detalla que el 27.5% de los asháninkas es analfabeto. En igual situación se encuentra el 14.6% de los aimaras y el 21.8% de los quechuahablantes. Aquí también el censo quedó corto porque en nuestro país hay un elevado número de habitantes que aprendió a leer y escribir en su infancia y adolescencia, pero una vez concluido el colegio viven divorciados de los libros y se resisten a conocer el mundo de informático, constituyendo el gran segmento de los analfabetos modernos. Por ahora el estudio del INEDI sólo precisa que apenas 998 mil 2 hogares poseen una computadora y de esos solo 458. mil tienen acceso a internet.
Los resultados de los Censos Nacionales 2007, establecen que la población peruana llegó a las 28 millones 220 mil 764 personas, cifra superior en 5 millones 581 mil 321 habitantes a la que se registró en el pasado Censo de 1993. En Arequipa ya somos más de un millón 150 mil personas. Aquí aparece otro problema, del total de peruanos más de medio millón no tiene DNI y de esta cantidad más del 277,628 ni siquiera cuenta con partida de nacimiento; estas personas generalmente habitan en regiones de frontera como Ucayali y Loreto, lugares donde la presencia del gobierno es mínima y la trata de personas no encuentra mayores obstáculos.
En cuanto a salud, las falencias abundan y el Censo no puede ocultarlas, en nuestro País, el 64.5% de mujeres son madres, es decir, 6 mlls.822 mil 631, pero de este total 487 mil 365 son madres solteras, o sea 7 de cada 100 progenitoras; y lo que más nos preocupa es que existan 160 mil 317 mamás adolescentes. Siendo por tanto urgente incidir más en las programas de orientación juvenil y familiar para evitar un crecimiento mayor de los embarazos precoces.
Igualmente, el actual gobierno debe poner mayor interés en el tema de seguridad social, porque de acuerdo a los resultados del Censo del 2007, el 57.7% de la población peruana no cuenta con un seguro de salud al que pueda acceder en caso de enfermedad o de una emergencia. Y dudamos que las últimas normas dictadas para mejorar las condiciones laborales, reduzca en gran medida dicha carencia.
Otro asunto dentro del sector Salud, que no puede soslayarse, es que en el 10,9% de hogares del país, 735 mil 400, existe por lo menos una persona con algún tipo de discapacidad, que requiere un tratamiento especial y una oportunidad para reinsertarse en la sociedad como un elemento útil.
En cuanto a servicios básicos, todavía las deficiencias son elevadas y demuestran que en el Perú las condiciones de vida son deplorables para un gran número de compatriotas; pues los resultados oficiales del censo señalan que sólo el 54,7% de viviendas particulares cuentan con conexión de agua potable, el resto se sigue abasteciendo de un solo caño para varias familias, o de pozos, tanques, acequias y ríos; mientras que 2 millones 311 mil 411 viviendas, de casi 7 mlls., no cuentan todavía con alumbrado eléctrico; y aunque parezca increíble el 30, 2% de familias peruanas todavía cocina con leña y un 4,2% con bosta, sencillamente porque el dinero no les alcanza para comprar gas o kerosene. Y así todavía el gobierno duda en ejecutar el Gaseoducto Sur Andino y satisfacer primero la demanda local.
Con todas estas cifras quien puede dudar que en el Perú existe pobreza y bien marcada. Por eso aquí los gobernantes deben preocuparse por atender primero las demandas sociales de las mayorías y no únicamente de los ricos; el tema de las regalías mineras no puede postergarse más, necesitamos dinero para atender las necesidades de la población que son muchas más de las reflejadas por el Censo del 2007. Si nuestras autoridades quieren subir en las encuestas ya saben lo que tienen que hacer.
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