¿QUIEN SE BENEFICIA CON NUESTROS PROBLEMAS?
No cabe duda, que la vida está cambiando, si antes Noviembre era el mes de los compadres hoy, es el mes de las protestas y de las disputas por el dinero. El ejemplo más saltante es lo que ocurre entre Moquegua y Tacna por la distribución del Canon Minero; cuyo lío no se solucionó con la aprobación de una nueva ley en el Congreso supuestamente más justa para todos, sino que cada día se agrava más porque cuando uno gana el otro pierde.
Antes cuando no existía Canon Minero, los gobiernos regionales y locales tenían muy pocos fondos para obras pero todos éramos más felices; ahora que existe mucho más dinero para el desarrollo de los pueblos, nadie está contento, todos quieren tener la tajada más grande de la torta aunque no se la coman toda.
Según informes de organizaciones no gubernamentales, como Vigila Perú y del propio Ministerio de Economía y Finanzas, los gobiernos regionales y los municipios no hacen un uso eficiente del Canon, sino veamos lo que ocurre en el sur en el primer semestre del presente año: el Gobierno Regional de Arequipa sólo gastó el 17.6% del Canon Minero; el GR de Moquegua, el 14 % y el GR de Tacna el 19% aproximadamente, cuando deberían aproximarse al 50%.
Entonces ¿Qué tanto reclamamos por más dinero? Con esto no queremos decir que los peruanos debemos quedarnos conformes con el aporte que dan las mineras, no, las empresas que extraer nuestras riquezas deben tributar más y pagar también regalías y para exigir esto los peruanos deberíamos unirnos como un sólo hombre y demandar el justo pago por los minerales que se van del país y regresan transformados con altos precios que luego pagamos calladitos.
Pero conseguir esta unidad, es bien difícil, porque los peruanos entre nosotros mismos no nos toleramos, en el caso de Tacna, nos preguntamos: ¿No hay un dirigente con dos dedos de frente que se dé cuenta que realmente su región estaba recibiendo más dinero del que le correspondía? y que por lo tanto, ¿no queda otra que aceptar la reducción de su Canon permitiendo así que otros pueblos hermanos reciban también algo que les permita salir del atraso?
Tenemos los peruanos que aprender a ser más solidarios y no sólo pensar en nuestro propio beneficio, el Perú no es sólo una región y todos los peruanos tenemos los mismos derechos. Hasta cuándo vamos a seguir peleándonos entre nosotros mismos, prestándonos a ser protagonistas de “cortinas de humo”. Mientras Tacna esta en emergencia, desangrándose por unos millones de soles que en realidad no le corresponden, sigue prófugo Rómulo León Alegría; ya nadie habla del caso Fujimori; el costo de vida sigue subiendo; en pocos días se desatará una ola de despidos a causa de la crisis económica mundial; y los más perjudicados serán como siempre los más pobres.
Las relaciones entre Cusco, Apurímac y Arequipa también podrían deteriorarse a causa de la disputa que existe por las aguas de la Cuenca del Apurímac y el desarrollo del Proyecto Angostura. Para evitar esto, los gobiernos regionales con criterio técnico y equitativo deben resolver cuanto antes este asunto en la mesa, pensando siempre en el bien de todos. Angostura debe realizarse pero también debe garantizarse el líquido elemento a todas las comunidades de las regiones vecinas.
De lo contrario si seguimos peleándonos entre nosotros, lo único que lograremos es facilitar el avance económico del país vecino del sur y la intervención norteamericana que al parecer tienen interés en desestabilizar a las sociedades latinoamericanas opuestas al liberalismo. Por eso mucho cuidado, no pisemos el palito.
Antes cuando no existía Canon Minero, los gobiernos regionales y locales tenían muy pocos fondos para obras pero todos éramos más felices; ahora que existe mucho más dinero para el desarrollo de los pueblos, nadie está contento, todos quieren tener la tajada más grande de la torta aunque no se la coman toda.
Según informes de organizaciones no gubernamentales, como Vigila Perú y del propio Ministerio de Economía y Finanzas, los gobiernos regionales y los municipios no hacen un uso eficiente del Canon, sino veamos lo que ocurre en el sur en el primer semestre del presente año: el Gobierno Regional de Arequipa sólo gastó el 17.6% del Canon Minero; el GR de Moquegua, el 14 % y el GR de Tacna el 19% aproximadamente, cuando deberían aproximarse al 50%.
Entonces ¿Qué tanto reclamamos por más dinero? Con esto no queremos decir que los peruanos debemos quedarnos conformes con el aporte que dan las mineras, no, las empresas que extraer nuestras riquezas deben tributar más y pagar también regalías y para exigir esto los peruanos deberíamos unirnos como un sólo hombre y demandar el justo pago por los minerales que se van del país y regresan transformados con altos precios que luego pagamos calladitos.
Pero conseguir esta unidad, es bien difícil, porque los peruanos entre nosotros mismos no nos toleramos, en el caso de Tacna, nos preguntamos: ¿No hay un dirigente con dos dedos de frente que se dé cuenta que realmente su región estaba recibiendo más dinero del que le correspondía? y que por lo tanto, ¿no queda otra que aceptar la reducción de su Canon permitiendo así que otros pueblos hermanos reciban también algo que les permita salir del atraso?
Tenemos los peruanos que aprender a ser más solidarios y no sólo pensar en nuestro propio beneficio, el Perú no es sólo una región y todos los peruanos tenemos los mismos derechos. Hasta cuándo vamos a seguir peleándonos entre nosotros mismos, prestándonos a ser protagonistas de “cortinas de humo”. Mientras Tacna esta en emergencia, desangrándose por unos millones de soles que en realidad no le corresponden, sigue prófugo Rómulo León Alegría; ya nadie habla del caso Fujimori; el costo de vida sigue subiendo; en pocos días se desatará una ola de despidos a causa de la crisis económica mundial; y los más perjudicados serán como siempre los más pobres.
Las relaciones entre Cusco, Apurímac y Arequipa también podrían deteriorarse a causa de la disputa que existe por las aguas de la Cuenca del Apurímac y el desarrollo del Proyecto Angostura. Para evitar esto, los gobiernos regionales con criterio técnico y equitativo deben resolver cuanto antes este asunto en la mesa, pensando siempre en el bien de todos. Angostura debe realizarse pero también debe garantizarse el líquido elemento a todas las comunidades de las regiones vecinas.
De lo contrario si seguimos peleándonos entre nosotros, lo único que lograremos es facilitar el avance económico del país vecino del sur y la intervención norteamericana que al parecer tienen interés en desestabilizar a las sociedades latinoamericanas opuestas al liberalismo. Por eso mucho cuidado, no pisemos el palito.
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