¿SERA CIERTO QUE EN ESTE 2009 DIREMOS ADIOS A LAS CHATARRAS?
“Ver para creer”, dijo un ciego y lo digo yo también, ahora que mis ojitos ya no son como ayer ni me creo todo lo que me dicen, y peor aún si se trata del tema del transporte, que en nuestra ciudad es sinónimo de caos y contaminación; además de ser la meta inalcanzable de gobierno tras gobierno edil. Por eso dudo que en este 2009 la Municipalidad Provincial de Arequipa logre sacar de circulación a todos los vehículos del servicio público con más de 25 años de antigüedad.
De hacerlo, tendríamos al fin un aire más limpio para respirar, menor congestión en las calles y hasta es probable que menos cobradores cochinos y malcriados. Con el tiempo y la necesidad de trabajo, las viejas unidades serán reemplazadas por otras nuevas más grandes, a gas natural o GLP, combustible menos contaminante que el diesel; para esto existe una línea de crédito de COFIDE, que permite a los transportistas amortizar el precio de los nuevos vehículos mediante el pago diario del combustible que consumen.
Pero esto todavía son sueños, pues del dicho al hecho (incluso de la Ordenanza Municipal a la práctica), hay mucho trecho; pues, los transportistas afectados pueden apelar a una serie de recursos, desde protestas, paros, hasta acciones judiciales para defender sus herramientas de trabajo aduciendo que no están en condiciones de renovarlas por otras nuevas; y mientras tanto el tiempo seguirá pasando.
Por lo pronto, los conductores de las llamadas “lanchas” o colectiveros que prestan servicio a Miguel Grau y Alto Misti, ya lograron una tregua de 3 meses más. Las combis, que suman miles, seguramente tampoco se retiran fácilmente, menos aún con la ayuda de los funcionarios de transportes que sólo piensan en su propio bienestar y les importa un comino la seguridad de los pasajeros.
El gobierno municipal, tiene una nueva oportunidad para demostrar al sufrido pueblo de Arequipa, que los transportistas no son los que gobiernan y deciden las condiciones del servicio que prestan, sino que existe una autoridad que puede poner orden en la ciudad y gobernar en beneficio no de un grupo, sino de toda la sociedad.
Se dice también que en breve la Municipalidad Provincial de Arequipa reabrirá la Planta de Control de Humos, con una inversión de 79 mil soles, la misma que contará con un sistema informático para evitar actos de corrupción; suponemos que estos equipos incluirán una cámara oculta para grabar posibles acciones indebidas, como el pago de coimas. Lo ideal sería poner personal honrado (bien difícil de encontrar en estos tiempos pero hay) y rotarlo continuamente.
Lo único real, es que la referida Planta de Humos, por donde tendrán que pasar obligatoriamente unos 130 mil vehículos, será una fuente importante de ingresos, pues la Comuna Provincial espera recaudar por estos controles 800 mil soles al año, además de 69 mil por concepto de papeletas e internamientos en el depósito municipal de los carros contaminantes que, según se dice, necesariamente tendrán que ser reparados antes de volver a circular.
La población espera que algo de esto se cumpla en este 2009, tercer año de gestión municipal y última oportunidad para tratar de solucionar los graves problemas de la ciudad; pues el 2010 será de elecciones municipales y como bien sabemos, a las autoridades sólo les interesará velar por su futuro político y captar simpatías; aunque algunos ya deberían tomar conciencia que su ciclo está por concluir y que lo mejor es retirarse haciendo siquiera algo positivo a favor de la ciudadanía que los eligió.
Ojalá algún día podamos disponer de unidades modernas, cómodas y seguras para transportarnos; y los peatones no tengamos que recibir baños de humo negro todos los días, provenientes de las “cafeteras rodantes”. Pero como dudamos que esto sea realidad a corto plazo, preferible implantemos para el 2009 la moda del uso de mascarillas, para proteger en algo nuestra ya debilitada salud.
De hacerlo, tendríamos al fin un aire más limpio para respirar, menor congestión en las calles y hasta es probable que menos cobradores cochinos y malcriados. Con el tiempo y la necesidad de trabajo, las viejas unidades serán reemplazadas por otras nuevas más grandes, a gas natural o GLP, combustible menos contaminante que el diesel; para esto existe una línea de crédito de COFIDE, que permite a los transportistas amortizar el precio de los nuevos vehículos mediante el pago diario del combustible que consumen.
Pero esto todavía son sueños, pues del dicho al hecho (incluso de la Ordenanza Municipal a la práctica), hay mucho trecho; pues, los transportistas afectados pueden apelar a una serie de recursos, desde protestas, paros, hasta acciones judiciales para defender sus herramientas de trabajo aduciendo que no están en condiciones de renovarlas por otras nuevas; y mientras tanto el tiempo seguirá pasando.
Por lo pronto, los conductores de las llamadas “lanchas” o colectiveros que prestan servicio a Miguel Grau y Alto Misti, ya lograron una tregua de 3 meses más. Las combis, que suman miles, seguramente tampoco se retiran fácilmente, menos aún con la ayuda de los funcionarios de transportes que sólo piensan en su propio bienestar y les importa un comino la seguridad de los pasajeros.
El gobierno municipal, tiene una nueva oportunidad para demostrar al sufrido pueblo de Arequipa, que los transportistas no son los que gobiernan y deciden las condiciones del servicio que prestan, sino que existe una autoridad que puede poner orden en la ciudad y gobernar en beneficio no de un grupo, sino de toda la sociedad.
Se dice también que en breve la Municipalidad Provincial de Arequipa reabrirá la Planta de Control de Humos, con una inversión de 79 mil soles, la misma que contará con un sistema informático para evitar actos de corrupción; suponemos que estos equipos incluirán una cámara oculta para grabar posibles acciones indebidas, como el pago de coimas. Lo ideal sería poner personal honrado (bien difícil de encontrar en estos tiempos pero hay) y rotarlo continuamente.
Lo único real, es que la referida Planta de Humos, por donde tendrán que pasar obligatoriamente unos 130 mil vehículos, será una fuente importante de ingresos, pues la Comuna Provincial espera recaudar por estos controles 800 mil soles al año, además de 69 mil por concepto de papeletas e internamientos en el depósito municipal de los carros contaminantes que, según se dice, necesariamente tendrán que ser reparados antes de volver a circular.
La población espera que algo de esto se cumpla en este 2009, tercer año de gestión municipal y última oportunidad para tratar de solucionar los graves problemas de la ciudad; pues el 2010 será de elecciones municipales y como bien sabemos, a las autoridades sólo les interesará velar por su futuro político y captar simpatías; aunque algunos ya deberían tomar conciencia que su ciclo está por concluir y que lo mejor es retirarse haciendo siquiera algo positivo a favor de la ciudadanía que los eligió.
Ojalá algún día podamos disponer de unidades modernas, cómodas y seguras para transportarnos; y los peatones no tengamos que recibir baños de humo negro todos los días, provenientes de las “cafeteras rodantes”. Pero como dudamos que esto sea realidad a corto plazo, preferible implantemos para el 2009 la moda del uso de mascarillas, para proteger en algo nuestra ya debilitada salud.
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