AREQUIPA EN SEMANA SANTA TIENE MUCHO PARA OFRECER AL MUNDO
Una de las ciudades que mayores atractivos ofrece al turista nacional y extranjero, es Arequipa, considerada como la "Roma de América" no sólo por la belleza de sus templos y el catolicismo de sus gentes; sino también por las manifestaciones que se dan durante Semana Santa.
Hoy las nuevas generaciones piensan que este fin de semana largo es propicio para visitar el Cañon del Colca y acudir a las playas con los amigos para disfrutar a todo dar lo último del verano. Pero se equivocan, pues sin menospreciar las belleza de la naturaleza afincada en nuestras provincias, en la capital de Arequipa y en la Semana Santa principalmente es cuando los arequipeños deberiamos quedarnos en nuestra Ciudad Blanca, no sólo para meditar sobre las enseñanzas que nos dejó Jesús hace más de 2 mil años, sino para disfrutar y mostrar a quienes nos visitan: nuestra cultura, riqueza arquitectónica y la delicia culinaria de nuestra cocina.
Pues nuestros templos se visten de gala para recibir a miles de cristianos y los integrantes de la Iglesía Católica deberían esforzarse por mejorar la presentación de las procesiones para que los turistas se lleven las mejores placas y la gente que permance como espectador se sume a los cortejos no con un afán de cucufatería sino para rescatar el verdadero sentido de la Semana Santa.
Y los restaurantes tienen en este época la oportunidad para deleitar el paladar de sus comensales con platos fuera de serie como son nuestro rico chupe de camarones, aji de calabaza, arroz de machas y las deliciosas mazamoras de mandioca, chancaca, arroz con leche y demás dulces tradicionales que no deben pasar al olvido, y que los arequipeños que hoy habitan en esta tierra del Misti deben matener.
Hoy las nuevas generaciones piensan que este fin de semana largo es propicio para visitar el Cañon del Colca y acudir a las playas con los amigos para disfrutar a todo dar lo último del verano. Pero se equivocan, pues sin menospreciar las belleza de la naturaleza afincada en nuestras provincias, en la capital de Arequipa y en la Semana Santa principalmente es cuando los arequipeños deberiamos quedarnos en nuestra Ciudad Blanca, no sólo para meditar sobre las enseñanzas que nos dejó Jesús hace más de 2 mil años, sino para disfrutar y mostrar a quienes nos visitan: nuestra cultura, riqueza arquitectónica y la delicia culinaria de nuestra cocina.
Pues nuestros templos se visten de gala para recibir a miles de cristianos y los integrantes de la Iglesía Católica deberían esforzarse por mejorar la presentación de las procesiones para que los turistas se lleven las mejores placas y la gente que permance como espectador se sume a los cortejos no con un afán de cucufatería sino para rescatar el verdadero sentido de la Semana Santa.
Y los restaurantes tienen en este época la oportunidad para deleitar el paladar de sus comensales con platos fuera de serie como son nuestro rico chupe de camarones, aji de calabaza, arroz de machas y las deliciosas mazamoras de mandioca, chancaca, arroz con leche y demás dulces tradicionales que no deben pasar al olvido, y que los arequipeños que hoy habitan en esta tierra del Misti deben matener.
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