LA PRENSA MANIATADA NO TIENE RAZON DE SER, MEJOR A OTRA COSA ROSA

El 7 de diciembre deberá ser declarado como el “Día de la Mordaza” y de la Muerte definitiva de la Libertad de Prensa, que dicho sea de paso desde hace años se encontraba en franca agonía a tal punto que ya muchos o casi todos los periodistas conscientes de nuestra dura realidad, afirmábamos que lo único que existe en el Perú es Libertad de Empresa. Pues para nadie es un secreto que quienes finalmente deciden que se publica o difunde son los propietarios de los medios masivos, salvo raras excepciones que nunca faltan.

Y proponemos tal efemérides, en vista que ese día, el Tribunal Constitucional del Perú emitió un fallo mediante el cual establece que los medios de comunicación quedan prohibidos de difundir grabaciones de conversaciones telefónicas a no ser que “exista la autorización de los interlocutores” o lo permita un mandato judicial por ser de interés público, lo cual es prácticamente una ilusión.

De esta forma, el TC resolvió un habeas corpus, presentado nada menos por Carmen Luisa Castro Barrera de Quimper, esposa del siempre recordado Alberto Quimper más conocido en el mundo de los faenones como “Bieto”, quien es procesado por el caso de los “Petroaudios”, obtenidos de conversaciones telefónicas interceptadas, a partir de ahora inconstitucionales y que ya no podrán ser utilizadas como pruebas por los fiscales y jueces para formular sus acusaciones y condenas.

Pues según el TC “la divulgación de cintas grabadas sin la autorización de los interlocutores configura una violación del derecho a la honra y a la dignidad de toda persona, en el cual se incluye su privacidad”. Es decir, este fallo se ha dado en primer término para salvaguardar la honra de Bieto y Rómulo y de otros personajes implicados. Si ellos tienen honra, ¿los que jamás hemos alzado un sol de nadie que tendremos?

Sin embargo, como última esperanza para los periodistas honestos que luchan contra la corriente, es decir, que no duermen por buscar la verdad y denunciar a los corruptos, es esperar la aclaración del TC sobre su reciente sentencia o intento de mordaza, anunciada por el Vicepresidente del Tribunal, Ernesto Álvarez y que estaría en relación a la diferenciación entre lo que es de interés público y de interés privado. Pero faltaría saber que límites propondrán para deslindar hasta donde un asunto puede ser considerado personal o particular.

Por lo visto, los periodistas no debemos hacernos muchas ilusiones y creemos que hasta un ciego puede darse cuenta que la medida busca simplemente impedir el conocimiento de la putrefacción que se huele a millas y que proviene de las más altas esferas del gobierno.

Después de esto a los periodistas que insistan en ejercer su profesión sólo nos quedará dos caminos: insistir en la difusión de nuevas grabaciones que pudieran aparecer y correr el riego de ser sancionados civil o monetariamente; o hacernos de la vista gorda y sólo difundir lo legalmente permitido, es decir nada interesante para nuestro público y ser cómplices de la corruptela; pues en primer lugar, está el honor y la privacidad de los delincuentes de cuello y corbata.

Pero si Ud. colega no quiere seguir ni uno ni otro camino tiene una tercera opción, puede colgar la pluma y dedicarse a otra cosa menos complicada, como a conversar por teléfono contando a sus amigos historias increíbles que se dan hasta en las mejores familias, total ya nadie podrá chuponearlo y difundir lo que usted dice de otros. Pues es delito interceptar las comunicaciones e invadir la privacidad ajena.