¡CUIDADO CON LAS NUEVAS “CASAS DE JABONERO”: LOS MUNICIPIOS!


El inicio de nueva gestión no siempre abre las esperanzas de un futuro mejor, por cuanto desde el saque algunas autoridades han empezado con pie izquierdo, gastando más de lo debido en pomposas ceremonias de juramentación y adquiriendo lujosas insignias, que no sólo despiertan la envidia de algunos sino también las críticas.

Tal es el caso del nuevo Alcalde Provincial de Arequipa, Alfredo Zegarra Tejada, quien juramento en plena Plaza de Armas, teniendo como fondo a nuestra monumental Basílica Catedral, en tanto que el marco musical lo puso la Orquesta Sinfónica Juvenil de Arequipa y el Coro Polifónico Municipal, es decir, el acto alcanzó matices que ni siquiera se logran cuando la Ciudad Blanca celebra su Aniversario de Fundación Española.

Tanta opulencia, que según se indica costó arriba de los 20 mil Nuevos Soles, llama la atención cuando en anteriores oportunidades sus antecesores juramentaban en el Teatro Municipal y luego salían a pie rumbo al Palacio Municipal para asumir el cargo y brindar por la nueva gestión.

No olvidemos que el Burgomaestre Provincial saliente Simón Balbuena Marroquín, incurrió en similares errores, pues la compra de una medalla valorizada en 7 mil Nuevos Soles mereció varias publicaciones y criticas en contra que empañaron su gestión desde el inicio.

Si bien es cierto Alfredo Zegarra, tiene razones para saltar de un solo pie de alegría, porque no todos tenemos la oportunidad de ser alcaldes y menos de una de las ciudades más importantes del País, “Patrimonio Monumental de la Humanidad”; pero debe tranquilizarse y empezar a preocuparse por los grandes problemas que tienen la Ciudad y que requieren solución inmediata, como: la inseguridad ciudadana, la contaminación ambiental (que incluye al río Chili), el caos en el transporte y el cuidado de nuestro patrimonio.

Sinceramente, si yo estuviera en sus zapatos, no podría conciliar el sueño ninguna de las 365 noches de cada uno de los 4 años que dura la gestión municipal, de sólo pensar en cada asunto que tendría que resolver al día siguiente y preferirá juramentar en la más austera ceremonia y concluir mi mandato en la Plaza de Armas en un Cabildo Abierto en donde antes de irme se evalúe mi gestión.

Pues, hoy los municipios son las nuevas “Casas de Jabonero”, en donde el que no cae resbala por acciones indebidas que no se cometerían si los elegidos por el pueblo tuvieran la real intención de trabajar por el desarrollo de sus ciudades y no por el beneficio propio.

Hoy las flamantes autoridades se lamentan de haber encontrado los municipios en ruinas, con obras mal hechas y sobrevaloradas, con carencias y desórdenes mil. Esperamos que cuando concluyan su mandato nadie comente lo mismo de ellos . Ya estamos hartos de que la corrupción siga creciendo, tenemos que cambiar esto, cueste lo que cueste.

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