OLLANTA AUMENTANOS EL SUELDO Y CAMBIA EL PAIS
“Lo que sobra es dinero, lo que
falta es tiempo para gastar” dicen algunos soberbios para justificar su poco desprendimiento. Pero en el caso de
nuestro país creo que podemos decir: “En el Perú hay dinero en demasía lo que
falta es criterio para distribuirlo” y de esto al parecer cada vez somos más conscientes.
Por eso, los médicos de EsSalud y del MINSA,
así como los profesores del SUTEP reclaman con justa razón incremento de sus
haberes, más aún si por todos los medios se resalta el auge de la economía de
nuestro país, la explotación minera y el incremento de las actividades
comerciales y gastronómicas son evidentes
a tal punto que ni siquiera la crisis económica mundial nos afecta.
La riqueza existe pero se
requiere una reingeniería en la distribución del dinero para que no permanezca
dormido en arcas oscuras o se utilice para el enriquecimiento indebido de unos
cuantos.
En ese sentido, el Presidente
Ollanta deberá no sólo preocuparse por incrementar los haberes de los policías y
militares, sino también de todo el aparato estatal de menor rango (menos a los
altos funcionarios de gobierno que ganan bastante), que hace más de 10 años no
recibe un aumento en sus haberes; pues todos los peruanos tenemos derecho a
beneficiarnos del auge económico de nuestro país y porque el costo de vida ha
subido para todos.
De esta manera, los índices de
aceptación del actual gobierno, tan venidos
a menos por los problemas del VRAE, Conga, Puno y otros, aumentarán y Ollanta Humala podrá respirar
tranquilo por un tiempo más; y si le falta dinero para cubrir las planillas,
fácil deberá exigir un mayor aporte a
las mineras por la extracción de nuestro mineral que se llevan en conteiners y que regresan como productos terminados a precios elevados.
Claro para mejorar los servicios
de salud, educación, seguridad y otros, no sólo será suficiente aumentar
sueldos, sino realizar una reorganización total, allí radicará la tarea más
difícil, porque habrá que cambiar el ocio por el trabajo, la corrupción por la
honradez, la mentira por la verdad, la injusticia por la justicia y la
condescendencia por el castigo ejemplar a los infractores. Esta tarea si
probaría la fortaleza y el interés de
nuestro gobernante para transformar al país.
De no hacerse esto, nos
convenceremos una vez más que la única transformación en marcha es la del
propio presidente, quien hasta el momento muy poco a nada a cumplido de todo lo
ofrecido durante su campaña.
Y los médicos, los profesores,
los policías, los militares y todos los que recibimos un sueldo del Estado,
debemos entender que si el Perú se desangra y agonizan nuestras instituciones, es por
culpa de todos y; por tanto, sólo todos podemos construir una patria nueva,
trabajando más horas, atendiendo bien a nuestros semejantes y luchando por ser
mejores cada día. Diciendo sobretodo ¡NO A LA CORRUPCIÓN!, y NO A LOS POLÍTICOS
QUE ENGAÑAN.
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