OTRA VEZ SUMISOS Y MEDIOCRES
La principal
función de los regidores y consejeros es
fiscalizar. Pero como “morder la mano” de quién los sacó del anonimato y les dio
la oportunidad de recibir un sueldo bajo el título de dieta, dirán no pocos que
llegan a tales cargos sin experiencia
alguna y sin trabajo; si pues, esa es la realidad de la mayoría de concejales y
consejeros, dado que al parecer, a los ciudadanos preparados y con trayectoria
no les interesa la política o no tienen cabida dentro del sistema corrompido y
democrático en que vivimos.
Debido a ello,
en el poco tiempo que llevan en el gobierno, la mayoría de nuestros regidores
provinciales sólo se limitan a levantar la mano y apoyar las mociones que
presenta nuestro reelecto Alcalde, quien ha logrado fácilmente aumentar a sus
funcionarios y de pasó a él mismo con el apoyo de sus trabajadores, quienes
este año tendrán un aumento de 300 soles, sacándole la vuelta a la temida Ley
Servir que prohíbe los incrementos; argumentando el establecimiento de una
nueva escala remunerativa acorde con el nivel de una Municipalidad del Cercado.
Ojalá que en
los gobiernos distritales, los alcaldes tengan similar sentido solidario con
sus trabajadores que ganan mucho menos que en el Provincial y también
establezcan una nueva escala remunerativa acorde con la densidad poblacional y
la calificación de sus técnicos y profesionales servidores, con la anuencia
desde luego de sus nobles y sumisos regidores. Porque, valga verdades, el costo
de vida se ha elevado mucho en Arequipa.
En tanto que
el común de nuestros consejeros regionales, a pesar de ser la mayoría de
oposición, al parecer por desconocimiento e inexperiencia en gestión pública,
en la reuniones no opinan sólo levanta la mano para votar, claro a favor,
porque si votará en contra tendría que sustentar porque y eso sería pedirles
mucho.
Por otra
parte, las promesas de colocar funcionarios de confianza de mejor nivel han
caído nuevamente en “saco roto”, pues hoy vemos que los nuevos gerentes,
subgerentes, directores y jefes de departamento son más de lo mismo, y su
mayoría inspiran más bien desconfianza, por cuanto o son personas sin título profesional y
experiencia o vienen otras municipalidades con malos antecedentes. Tal
pareciera que a ciertas autoridades les gustará rodearse de estas personas con
fines no muy santos.
En fin, a
todas las flamantes autoridades y funcionarios les recomendamos leer la Ley
Orgánica de Municipalidades y demás normas que tengan que ver con los gobiernos
locales y regionales; y no olviden que el pueblo los eligió para gobernar en su
nombre y no en provecho propio.
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