¿NUESTROS SUEÑOS EN TORNO A MAJES SIGUAS SERAN VIABLES?
Majes Siguas II será realidad, tras varios años de insistencia, Arequipa logró la vialidad del citado proyecto que ojala permita concretar el sueño de contar con varios miles de puestos de trabajo y el despegue agroindustrial de nuestra región. Pero este logro es mejor tomarlo con calma porque puede que las cosas no salgan como las soñamos.
Desde que el Presidente del Gobierno Revolucionario de las FF.AA., Juan Velasco Alvarado, detonó el primer dinamitazo desde la Plaza de Armas de Arequipa, dando inició a las obras del Proyecto Majes I, en 1969. Muchos años han pasado, se podría decir, que mi generación creció, maduró y hasta nos atrevemos a afirmar que envejecerá y posiblemente morirá sin ver concluido el Proyecto Majes.
Es que los intereses políticos y la burocracia estatal dilataron demasiado un proyecto que con un poco de buena voluntad pudo haberse concretado hace varios años atrás. Fujimori pudo haber hecho Angostura, Toledo también prometió dicha obra en su campaña política, pero nada; y García (que también utilizo Majes para retomar el poder) por poco también la deja de lado en venganza por no haber recibido el apoyo del pueblo mistiano en las elecciones.
Con la aprobación de Majes Siguas II, Alan García quiere recuperar algo de la popularidad perdida y por eso el viernes 11 de enero, utilizo el viejo estilo aprista para movilizar a cientos de pobladores humildes dirigidos por conocidos militantes, para llenar la Plaza de Armas y dar un clima de falsa popularidad a la visita del Premier Jorge Castillo. Pero los arequipeños concientes sabemos que todavía no hay nada que celebrar, y los peligros que se ciernen sobre Majes son muchos.
Pues tras la viabilidad, todavía falta por recorrer un largo camino, el siguiente paso es contratar al asesor para la transacción; asimismo, en 45 días (esperamos que no sean muchos más) debe elaborarse el informe financiero que servirá para otorgar la buena pro del proyecto.
Otro de los aspectos claves es el costo del agua, que tentativamente sería de 0.06 centavos de dólar por m2, cantidad que pagarían los compradores de las 38 mil hectáreas de Majes Siguas II y los poseedores de las 8 mil Hás. restantes de Majes I. Además se tienen que incorporar el costo por generación eléctrica, fijado inicialmente en 54 milésimas de dólar por unidad de energía.
Cabe indicar, que los costos de agua y luz serán incluidos en el fideicomiso que se otorgará a la empresa que construya la represa de Angostura, para que recupere más rápido su inversión. Pero esto será posible a partir del tercer año de la construcción de la presa, cuando comience la ejecución de las represas de Lluta y Lluclla, previo proceso de concesión (que también tomará un buen tiempo).
Es conveniente recordar, que Majes Siguas II será concesionado por 21 años, en los 4 primeros se construirá Angostura. El costo total de la obra es de 213 millones de dólares y el gobierno central deberá dar un aval de 120 millones de dólares según el D.S, 065-2006 PCM, para cubrir cualquier eventualidad o subsidiar el costo del agua para los agricultores de Majes I, que no siembran productos rentables. Pues sólo el 30% de 2,800 colonos han acatado la reconversión agrícola, mientras que el 70% sigue sembrando alfalfa a pesar del tiempo transcurrido y de la capacitación impartida por Autodema y el Ministerio de Agricultura.
En Majes Siguas II no se permitirá el cultivo de forrajes ni el minifundio, por eso se venderán terrenos de no menos 100 Hás. y el costo por hectárea. será de 1,800 dólares, cantidad inalcanzable para el pequeño agricultor de la Región. De allí el temor de que las tierras de Majes Siguas II sean compradas por capitalistas extranjeros, especialmente chilenos que no desperdician ninguna ocasión para seguir incrementando su dominio económico en nuestro país.
Hay un dicho que dice “Nadie sabe para quien trabaja” y así toda la lucha de los arequipeños por lograr la ejecución de Majes Siguas II, a fin de contar con un emporio que nos asegure, primero nuestra alimentación y después ingresos por la exportación, podría ser inviable y Majes Siguas II ser sólo un centro de producción en donde se explote a más peruanos hambrientos, para incrementar las riquezas del vecino del sur que nos ganará otra batalla más en el campo comercial.
Desde que el Presidente del Gobierno Revolucionario de las FF.AA., Juan Velasco Alvarado, detonó el primer dinamitazo desde la Plaza de Armas de Arequipa, dando inició a las obras del Proyecto Majes I, en 1969. Muchos años han pasado, se podría decir, que mi generación creció, maduró y hasta nos atrevemos a afirmar que envejecerá y posiblemente morirá sin ver concluido el Proyecto Majes.
Es que los intereses políticos y la burocracia estatal dilataron demasiado un proyecto que con un poco de buena voluntad pudo haberse concretado hace varios años atrás. Fujimori pudo haber hecho Angostura, Toledo también prometió dicha obra en su campaña política, pero nada; y García (que también utilizo Majes para retomar el poder) por poco también la deja de lado en venganza por no haber recibido el apoyo del pueblo mistiano en las elecciones.
Con la aprobación de Majes Siguas II, Alan García quiere recuperar algo de la popularidad perdida y por eso el viernes 11 de enero, utilizo el viejo estilo aprista para movilizar a cientos de pobladores humildes dirigidos por conocidos militantes, para llenar la Plaza de Armas y dar un clima de falsa popularidad a la visita del Premier Jorge Castillo. Pero los arequipeños concientes sabemos que todavía no hay nada que celebrar, y los peligros que se ciernen sobre Majes son muchos.
Pues tras la viabilidad, todavía falta por recorrer un largo camino, el siguiente paso es contratar al asesor para la transacción; asimismo, en 45 días (esperamos que no sean muchos más) debe elaborarse el informe financiero que servirá para otorgar la buena pro del proyecto.
Otro de los aspectos claves es el costo del agua, que tentativamente sería de 0.06 centavos de dólar por m2, cantidad que pagarían los compradores de las 38 mil hectáreas de Majes Siguas II y los poseedores de las 8 mil Hás. restantes de Majes I. Además se tienen que incorporar el costo por generación eléctrica, fijado inicialmente en 54 milésimas de dólar por unidad de energía.
Cabe indicar, que los costos de agua y luz serán incluidos en el fideicomiso que se otorgará a la empresa que construya la represa de Angostura, para que recupere más rápido su inversión. Pero esto será posible a partir del tercer año de la construcción de la presa, cuando comience la ejecución de las represas de Lluta y Lluclla, previo proceso de concesión (que también tomará un buen tiempo).
Es conveniente recordar, que Majes Siguas II será concesionado por 21 años, en los 4 primeros se construirá Angostura. El costo total de la obra es de 213 millones de dólares y el gobierno central deberá dar un aval de 120 millones de dólares según el D.S, 065-2006 PCM, para cubrir cualquier eventualidad o subsidiar el costo del agua para los agricultores de Majes I, que no siembran productos rentables. Pues sólo el 30% de 2,800 colonos han acatado la reconversión agrícola, mientras que el 70% sigue sembrando alfalfa a pesar del tiempo transcurrido y de la capacitación impartida por Autodema y el Ministerio de Agricultura.
En Majes Siguas II no se permitirá el cultivo de forrajes ni el minifundio, por eso se venderán terrenos de no menos 100 Hás. y el costo por hectárea. será de 1,800 dólares, cantidad inalcanzable para el pequeño agricultor de la Región. De allí el temor de que las tierras de Majes Siguas II sean compradas por capitalistas extranjeros, especialmente chilenos que no desperdician ninguna ocasión para seguir incrementando su dominio económico en nuestro país.
Hay un dicho que dice “Nadie sabe para quien trabaja” y así toda la lucha de los arequipeños por lograr la ejecución de Majes Siguas II, a fin de contar con un emporio que nos asegure, primero nuestra alimentación y después ingresos por la exportación, podría ser inviable y Majes Siguas II ser sólo un centro de producción en donde se explote a más peruanos hambrientos, para incrementar las riquezas del vecino del sur que nos ganará otra batalla más en el campo comercial.
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