EN AGOSTO, AREQUIPA ES…
Cuando llega el mes de agosto es como si se produjera un alluvión de actividades culturales, artísticas y científicas en un ambiente rutinario y con pocas expectativas de sana diversión sobretodo para las familias mistianas; de allí que el slogan creado hace 18 años: “En Agosto, Arequipa es Fiesta”, sigue vigente pero por lo que se espera podemos agregar “En Agosto Arequipa es fiesta y la misma del año pasado”.
Son 99 actividades previstas sólo para el presente mes, según el Programa General de Festejos por el 468 Aniversario de la Fundación Española de Arequipa, sin considerar aquellas que no alcanzaron ser incluidas en dicho boceto por llegar a destiempo; seguramente habrán días en que los amantes del arte en general tendrán que decidir entre una u otra actividad a la cual asistir, mientras que en el resto del año sobrarán días de aburrimiento en donde no haya ni una sola presentación con que nutrir nuestro espíritu.
Tal parece que los diferentes gobiernos municipales tienen una debilidad por la cantidad más que por la calidad y la renovación de los espectáculos; pues los seguidores de las festividades de nuestra Patria chica podemos inferir que en el presente año el Programa de Festejos es más de lo mismo y contiene muy pocas innovaciones, pues los dedos la mano sobran para contarlas: “Del olvido a la memoria”: Exposición de Documentos para la Historia de Arequipa; “Arequipa desde hace siglos que te amo”, Concierto coral de “Los Quechuas” y del CCPN; Expo CONREDE; y el concierto de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música, son al parecer las únicas novedades para este aniversario.
Una decisión acertada seria programar las actividades que ya son reiterativas, desde el mes de junio hasta noviembre y dejar para el mes de agosto sólo las novedades; y aquellas que se han convertido en tradicionales como: el Festival de Tunas, Festidanza, la FIA y el Corso, deberían innovarse cada año para que el público se sienta realmente satisfecho luego de acudir a estos espectáculos y no arrepentido por gastar su dinero otra vez en lo mismo. Pero si esto no es posible entonces porque no optar por la alternancia, un año se presenta Festidanza y otro a las Tunas y así no nos aburrimos.
Con relación al corso alegórico, parecen lejanos aquellos años cuando apreciábamos un desfile con danzarines auténticos de otras localidades y nacionalidades, con hermosos carros alegóricos y tras 2 o 3 horas de deleite visual nos íbamos a nuestras casas orgullosos de ser arequipeños. En cambio ahora acudir a este espectáculo resulta una tortura, sobretodo para los niños y personas mayores, quienes no soportan el sol, ni estar sentados varias horas viendo danzas y alegorías reiterativas y pobres en calidad como si se tratara de un pasacalle más, esos que se organizan por cualquier motivo a lo largo del año.
Este año, el corso estará nuevamente a cargo de la Universidad Nacional de San Agustín, recordemos que cuando fue Alcalde Guillén Benavides, también lo organizo y fue un desfile interminable de las diferentes escuelas profesionales de la UNSA; ojalá que ahora no ocurra lo mismo y se reduzca siquiera a la mitad de participantes, seleccionando a los mejores y con estampas diferentes, tal como se anuncia.
Además el desfile alegórico bien podría servir para educar a la población asistente, los vendedores ambulantes podrían ser uniformados con un polo o gorro con un mensaje en pro de la limpieza de Arequipa, a cambio de esto tales comerciantes deberían recoger los envases descartables y envolturas de sus productos para que al término del corso, las calles no queden tan sucias como suele ocurrir.
De otro lado, en el presente mes la Policía Nacional debe demostrar su entrega y arrojo, tal como lo hace cuando se desarrolla un certamen internacional (APEC, Convención Minera etc.) o un paro, para proteger a la ciudadanía contra la delincuencia que aprovechará todo espectáculo para cometer sus fechorías. Las autoridades también deberán controlar el expendio de bebidas alcohólicas causante del desbande de nuestra juventud, que el día 14 bebe como si el Mundo se fuera a acabar esa noche.
También esperamos que en estos días, en que Arequipa es fiesta, se mejore la iluminación de las calles de la Ciudad Blanca, y la población también demuestre cultura al divertirse, cuide nuestros monumentos arquitectónicos y deje una buena imagen a los cientos de turistas que nos visitan.
Son 99 actividades previstas sólo para el presente mes, según el Programa General de Festejos por el 468 Aniversario de la Fundación Española de Arequipa, sin considerar aquellas que no alcanzaron ser incluidas en dicho boceto por llegar a destiempo; seguramente habrán días en que los amantes del arte en general tendrán que decidir entre una u otra actividad a la cual asistir, mientras que en el resto del año sobrarán días de aburrimiento en donde no haya ni una sola presentación con que nutrir nuestro espíritu.
Tal parece que los diferentes gobiernos municipales tienen una debilidad por la cantidad más que por la calidad y la renovación de los espectáculos; pues los seguidores de las festividades de nuestra Patria chica podemos inferir que en el presente año el Programa de Festejos es más de lo mismo y contiene muy pocas innovaciones, pues los dedos la mano sobran para contarlas: “Del olvido a la memoria”: Exposición de Documentos para la Historia de Arequipa; “Arequipa desde hace siglos que te amo”, Concierto coral de “Los Quechuas” y del CCPN; Expo CONREDE; y el concierto de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música, son al parecer las únicas novedades para este aniversario.
Una decisión acertada seria programar las actividades que ya son reiterativas, desde el mes de junio hasta noviembre y dejar para el mes de agosto sólo las novedades; y aquellas que se han convertido en tradicionales como: el Festival de Tunas, Festidanza, la FIA y el Corso, deberían innovarse cada año para que el público se sienta realmente satisfecho luego de acudir a estos espectáculos y no arrepentido por gastar su dinero otra vez en lo mismo. Pero si esto no es posible entonces porque no optar por la alternancia, un año se presenta Festidanza y otro a las Tunas y así no nos aburrimos.
Con relación al corso alegórico, parecen lejanos aquellos años cuando apreciábamos un desfile con danzarines auténticos de otras localidades y nacionalidades, con hermosos carros alegóricos y tras 2 o 3 horas de deleite visual nos íbamos a nuestras casas orgullosos de ser arequipeños. En cambio ahora acudir a este espectáculo resulta una tortura, sobretodo para los niños y personas mayores, quienes no soportan el sol, ni estar sentados varias horas viendo danzas y alegorías reiterativas y pobres en calidad como si se tratara de un pasacalle más, esos que se organizan por cualquier motivo a lo largo del año.
Este año, el corso estará nuevamente a cargo de la Universidad Nacional de San Agustín, recordemos que cuando fue Alcalde Guillén Benavides, también lo organizo y fue un desfile interminable de las diferentes escuelas profesionales de la UNSA; ojalá que ahora no ocurra lo mismo y se reduzca siquiera a la mitad de participantes, seleccionando a los mejores y con estampas diferentes, tal como se anuncia.
Además el desfile alegórico bien podría servir para educar a la población asistente, los vendedores ambulantes podrían ser uniformados con un polo o gorro con un mensaje en pro de la limpieza de Arequipa, a cambio de esto tales comerciantes deberían recoger los envases descartables y envolturas de sus productos para que al término del corso, las calles no queden tan sucias como suele ocurrir.
De otro lado, en el presente mes la Policía Nacional debe demostrar su entrega y arrojo, tal como lo hace cuando se desarrolla un certamen internacional (APEC, Convención Minera etc.) o un paro, para proteger a la ciudadanía contra la delincuencia que aprovechará todo espectáculo para cometer sus fechorías. Las autoridades también deberán controlar el expendio de bebidas alcohólicas causante del desbande de nuestra juventud, que el día 14 bebe como si el Mundo se fuera a acabar esa noche.
También esperamos que en estos días, en que Arequipa es fiesta, se mejore la iluminación de las calles de la Ciudad Blanca, y la población también demuestre cultura al divertirse, cuide nuestros monumentos arquitectónicos y deje una buena imagen a los cientos de turistas que nos visitan.
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