UN PUENTE MÁS SOBRE EL RIO Y MENOS CAMPIÑA PARA EL FUTURO
El Valle de Chilina, al fondo se observa el pueblo tradicional de Carmen Alto. Fotos como estas con el correr de los años será reliquias, sobretodo cuando se construya y funcione el puente Chilina.Arequipa, en aras del progreso y del desarrollo pierde día a día su más valioso tesoro, su verde campiña, fuente de inspiración de poetas y pintores, y uno de los principales fundamentos por los cuales la Ciudad Blanca fue declarada por la UNESCO en el 2002, Patrimonio Cultural de la Humanidad, título que probablemente jamás tendrán grandes ciudades de cemento, llenas de rascacielos y complicados viaductos que permiten una vida acelerada y sin tiempo para reparar en las cosas simples de la vida.
Pero como se dice “Nadie está contento con lo que se tiene ni valora lo que posee hasta que lo pierde”; por eso algunos ciudadanos y autoridades que tienen la suerte de dirigir los destinos de Arequipa y de hecho formar parte de su historia, como es el caso del filósofo Juan Manuel Guillén Benavides han llegado a la conclusión que primero es el progreso de la provincia y por tanto debe construirse cuanto antes el Puente Chilina, obra faraónica de 652 metros de largo, que además incluye varios kilómetros de vías para interconectar 5 distritos: Miraflores, Alto Selva Alegre, Yanahuara, Cayma y Cerro Colorado.
Sin duda que esta obra valorizada en nada menos que 369 millones de Nuevos Soles (sólo el puente cuesta 70 millones), convertirá al pequeño presidente regional en el más grande constructor, y será un buen argumento para convencer hasta el peruano que vive en el punto más alejado de nuestra amazonia y que jamás conoció ni conocerá Arequipa, que debe votar por Juan Manuel en las próximas elecciones a fin de que nuestro paisano ocupe un curul en el Congreso.
Pero los que vivimos en Arequipa y hemos nacido al pie del volcán no somos tan fáciles de convencer y encima queremos más a nuestra campiña que el progreso y desarrollo que sólo trae contaminación y más enfermedades; muchos creemos que esta obra es inejecutable e inviable tal como ha sido propuesta. Porque simplemente no reúne los requisitos mínimos como: Estudio de Impacto Ambiental, no tiene la Autorización del INC, ni se consultó a los Colegios Profesionales, tampoco se han iniciado las expropiaciones de terrenos afectados, y ni siquiera el GRA tiene el financiamiento para desarrollar todo el proyecto.
Sin embargo, a estas alturas es probable que el Municipio Provincial de Arequipa encabezado por el Alcalde Simón Balbuena Marroquín, incondicional del Presidente Regional ya haya dado su aval para la ejecución del gigantesco puente; y mediante una “Mesa de Trabajo o Concertación”, seguramente convencerá a los municipios distritales implicados y hasta a los propios gremios profesionales, en el entendido de que el Puente es de vital importancia para descongestionar el tránsito que fluye de la margen izquierda a la derecha y viceversa del río Chili. Total todo se puede negociar.
Sin embargo, los envidiosos de la suerte de Guillén y Balbuena diremos siempre que el Puente Chilina debe someterse a concurso público y elegirse el proyecto que afecte menos el hermoso Valle de Chilina, y que las vías de entrada y salida al viaducto sean factibles de concretar en el más breve plazo. La Propuesta de Padeco que propone un puente de sólo 60 metros y vías de interconexión a un costo de 60 millones, es una alternativa más realista, pero también pueden aparecer otras mejores.
Parece que la ambición de poder, esta cegando a Guillén que demuestra ya no tener tiempo para filosofar sobre su actuar y muy por el contrario reacciona con chiquito engreído (bueno siempre lo ha sido) amenazando con llevarse su “dinero” a otro lado sino lo dejan concretar su proyecto. Para empezar no es su dinero sino de todos los arequipeños y si finalmente decide gastarlo en otras obras, en buena hora, porque en nuestras provincias alejadas urge hacer carreteras, construir centros de salud y levantar escuelas, más que obras faraónicas para perennizar a falsos faraones.
Pero como se dice “Nadie está contento con lo que se tiene ni valora lo que posee hasta que lo pierde”; por eso algunos ciudadanos y autoridades que tienen la suerte de dirigir los destinos de Arequipa y de hecho formar parte de su historia, como es el caso del filósofo Juan Manuel Guillén Benavides han llegado a la conclusión que primero es el progreso de la provincia y por tanto debe construirse cuanto antes el Puente Chilina, obra faraónica de 652 metros de largo, que además incluye varios kilómetros de vías para interconectar 5 distritos: Miraflores, Alto Selva Alegre, Yanahuara, Cayma y Cerro Colorado.
Sin duda que esta obra valorizada en nada menos que 369 millones de Nuevos Soles (sólo el puente cuesta 70 millones), convertirá al pequeño presidente regional en el más grande constructor, y será un buen argumento para convencer hasta el peruano que vive en el punto más alejado de nuestra amazonia y que jamás conoció ni conocerá Arequipa, que debe votar por Juan Manuel en las próximas elecciones a fin de que nuestro paisano ocupe un curul en el Congreso.
Pero los que vivimos en Arequipa y hemos nacido al pie del volcán no somos tan fáciles de convencer y encima queremos más a nuestra campiña que el progreso y desarrollo que sólo trae contaminación y más enfermedades; muchos creemos que esta obra es inejecutable e inviable tal como ha sido propuesta. Porque simplemente no reúne los requisitos mínimos como: Estudio de Impacto Ambiental, no tiene la Autorización del INC, ni se consultó a los Colegios Profesionales, tampoco se han iniciado las expropiaciones de terrenos afectados, y ni siquiera el GRA tiene el financiamiento para desarrollar todo el proyecto.
Sin embargo, a estas alturas es probable que el Municipio Provincial de Arequipa encabezado por el Alcalde Simón Balbuena Marroquín, incondicional del Presidente Regional ya haya dado su aval para la ejecución del gigantesco puente; y mediante una “Mesa de Trabajo o Concertación”, seguramente convencerá a los municipios distritales implicados y hasta a los propios gremios profesionales, en el entendido de que el Puente es de vital importancia para descongestionar el tránsito que fluye de la margen izquierda a la derecha y viceversa del río Chili. Total todo se puede negociar.
Sin embargo, los envidiosos de la suerte de Guillén y Balbuena diremos siempre que el Puente Chilina debe someterse a concurso público y elegirse el proyecto que afecte menos el hermoso Valle de Chilina, y que las vías de entrada y salida al viaducto sean factibles de concretar en el más breve plazo. La Propuesta de Padeco que propone un puente de sólo 60 metros y vías de interconexión a un costo de 60 millones, es una alternativa más realista, pero también pueden aparecer otras mejores.
Parece que la ambición de poder, esta cegando a Guillén que demuestra ya no tener tiempo para filosofar sobre su actuar y muy por el contrario reacciona con chiquito engreído (bueno siempre lo ha sido) amenazando con llevarse su “dinero” a otro lado sino lo dejan concretar su proyecto. Para empezar no es su dinero sino de todos los arequipeños y si finalmente decide gastarlo en otras obras, en buena hora, porque en nuestras provincias alejadas urge hacer carreteras, construir centros de salud y levantar escuelas, más que obras faraónicas para perennizar a falsos faraones.
La vía construida para el trunco puente "Héroes del Cenepa" se ha convertido en zona de lavadero de ómnibuses. ¿Si se quiere facilitar el tránsito vehicular que vienen del Cono Norte no seria mejor concluir este paso y enlazarlo a la avenida Metropolitana?
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