LOS PERUANOS VIVIMOS UN “VIA CRUSIS” DESDE MUCHO ANTES

Los efectos de la Crisis Financiera Mundial empezará a sentirse con mayor fuerza recién ahora en todo el Mundo, menos en el Perú porque la falencia económica de millones de peruanos ya se agudizó desde de julio del 2006, cuando empezó el segundo gobierno de Alan García Pérez.

Esta es la conclusión a la que llegamos tras revisar las variaciones que han sufrido los precios de los principales alimentos en nuestro país de ese entonces a la fecha, que demuestran claramente el descenso de nuestro poder adquisitivo; y que el tan promocionado crecimiento económico, del cual tanto alardea el mandatario peruano, no llega a las mayorías.
Según estimaciones del economista Pedro Ramos Rosas, la Canasta Básica Alimentaria(CBA) para una familia de 5 personas (2 adultos y 3 niños) supera los 1,027 Nuevos Soles, incluyendo el costo de los pasajes, del combustible, del agua y luz para la compra y preparación de los alimentos; en tanto que la Canasta Básica de Consumo(CBC) que comprende alimentos, transporte, educación, salud, vestido, esparcimiento y otros para la ciudad de Arequipa se aproxima a los 2 mil Nuevos Soles mensuales.
Por tanto, aquellas familias arequipeñas que tienen un ingreso mensual menor al indicado están viviendo en situación de pobreza; y quienes viven con menos de S/. 750 al mes (según el método de Línea de Pobreza), están en pobreza extrema porque no llegan ni siquiera a cubrir el costo de la Canasta Básica Alimentaria.
Es decir, que ni siquiera incrementando a S/. 800.00 la Remuneración Mínima Vital (que es imposible porque los empresarios no lo van a permitir), una familia tendría lo suficiente para alimentarse adecuadamente en estos momentos, si consideramos los requerimientos mínimos alimenticios establecidos por el INEI y Salud para Arequipa (Sierra Urbana); los cuales están en relación a 36 alimentos vitales que otorgan a una persona la cantidad mínima de calorías, vitaminas, proteínas etc.
La muestra más palpable de nuestra agobiante situación, generada inicialmente por la escases de trigo a nivel mundial, es el encarecimiento del “Pan Nuestro de cada día”. Según el INEI una familia de 5 miembros necesita 16.800 kilos de pan al mes, si cada pan es de 35 gramos entonces deben consumir 480 panes. En julio del 2006 cada unidad costaba S/. 0.10, es decir, gastábamos S/. 48 mensuales; pero en el 2007 cada pan sube en 70% o sea a S/. 0.17, lo que significa que a partir de entonces cada uno gastamos S/. 81.60 sólo en pan.
Pero como no sólo de pan vive el hombre, ni tampoco este producto es el único que subió de precio sino que también subieron los precios del aceite de S/. 4.41 que costaba en julio del 2006, llegó hasta más de 7 Nuevos Soles por litro; igual pasó con las carnes, el kilo de res de S/. 6.87 paso a 10 Nuevos Soles; el pollo de S/. 5.68 hoy supera los S/. 7.00; los huevos de S/. 3.50 ahora cuestan S/. 5.00; el kilo de papa de un sol pasó a 1.70; y así por el estilo todos los demás productos alimenticios pasando por frutas, hortalizas y verduras. Por tanto, el costo de la Canasta Básica de Alimentos (CBA), según nos refiere Pedro Ramos, ha subido en 60 %; en tanto, que la RMV sólo subió en un 10% de S/. 500 a S/. 550.
Según se precisa, cuando asumió el poder Alan García el costo de la CBA era de S/.468.62 y hoy alcanza a los 896.17 Nuevos Soles (sin considerar los adicionales para preparar los alimentos), y esto es de fácil comprobación en cualquier mercado local, incluido los megacentros como Plaza Vea. Por lo tanto, el poder adquisitivo de los arequipeños y peruanos ha decaído terriblemente en los últimos dos años, hoy compramos menos de la mitad de lo que adquiríamos en julio del 2006; y eso todavía, según afirmaciones del propio García, que no experimentamos las consecuencias de la quiebra financiera y de los metales a nivel mundial.
De otro lado, de nada ha servido, que algunos productos se recuperen a nivel internacional como es el caso del trigo y sus derivados, porque los oligopolios son los que manejan nuestra economía y a ellos no les conviene reducir sus ganancias, por eso no retoman sus precios anteriores ni el pan, ni los fideos ni el aceite; esto se da en nuestro país porque tenemos un gobierno de los ricos para los ricos.
El Producto Bruto Interno creció, sí pero sólo para beneficiar a empresarios como Graña y Montero o el Grupo Romero; y de paso algunos apristas que antes no tenían oficio conocido. En tanto que 27 millones de peruanos hoy nos comemos las uñas; y si no podemos cumplir con los requerimientos mínimos alimenticios establecidos por Salud y el INEI, menos podemos satisfacer las demás necesidades como salud, educación, cultura y esparcimiento que son privilegios, por eso en el Perú hay cada vez más tuberculosos, suicidios y perdición.
La crisis financiera mundial ya no representa novedad, pero los que si de hecho están preocupados son los poderosos, ellos sí que pueden perder; sin embargo, en esta Semana Santa deberían reflexionar y decidir explotar menos al prójimo. Mientras tanto nosotros oraremos por ellos, total nunca se pierde la esperanza de un milagro y seguiremos ayunando en estos días, en que seguramente los comerciantes volverán a pecar, encareciendo aún más los alimentos necesarios para el chupe de viernes o el caldo de pascua.