DE LA EXTRADICION A LA CONDENA HAY MUCHO TRECHO
Hasta que se hizo realidad la extradición del ex Presidente de la República Alberto Fujimori Fujimori, ahora su destino y posible sanción depende de nuestro Poder Judicial, ¿cuánto demorara en dictar sentencia y si será finalmente castigado?, sólo Dios lo sabe. Algunos juristas señalan que el caso no debe demandar más allá de 6 u 8 meses, pero dudamos que la cosa sea así de sencilla, porque don Alberto, que no es nada tonto, tendrá que defenderse y cuando empiece hablar y a soltar los videos que sacó de la casa de Montesinos, varios tratarán de impedirlo.
Tras el fallo de la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema de Chile, que concedió su extradición por la presunta comisión de siete delitos, Fujimori retornó al Perú después de seis años, diez meses y veintiún días de haberse fugado (desde noviembre del 2005 estuvo en Chile); y gracias a este hecho el gobierno actual puede estar tranquilo por unos días, dado que los peruanos estaremos distraídos en todos los pormenores del caso Fujimori y nos olvidaremos de las subas incesantes del costo de vida.
Pero la calma durara poco, porque pronto el panorama político en todos los sectores comenzará agitarse cuando Alberto Fujimori empiece a dar sus manifestaciones en las que podría involucrar a muchos personajes de la política nacional, conocidos empresarios y hasta fiscales y magistrados. Peor aún si el ex mandatario peruano, en aras de su defensa, saca los videos obtenidos durante el allanamiento de la casa de Montesinos y grabaciones de las interceptaciones telefónicas que se hicieron durante su gobierno, que podrían revelar nuevos datos y nombres de implicados en los actos de corrupción.
En realidad, el regreso del Chino traerá implicancias inesperadas y el caso Fujimori-Montesinos recién se pondrá de candela; porque si bien la justicia chilena determino la extradición por encontrar indicios de culpabilidad en 7 de los 13 casos presentados por nuestro país: la masacre de Barrios Altos en 1991, el asesinato de 9 estudiantes y un profesor de la Universidad “La Cantuta”, los “congresistas tránsfugas”, el allanamiento de la casa de Montesinos, la interceptación telefónica, adquisiciones de tractores chinos y la compra de Medios de Comunicación; desestimando los otros 5 casos referidos a: Sunat-Borobio, Faisal-Aprodev, medicinas chinas, desvío de fondos, Decretos de Urgencia y ampliación por desaparición forzada; la justicia peruana deberá ahondar en cada uno de los casos citados para establecer responsabilidades y sancionar a todos los que resulten culpables.
Es aquí cuando surge la pregunta, ¿la justicia caerá con todo el rigor de la ley sobre: Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos y todos aquellos que participaron en su gobierno corrupto? A partir de ahora seguramente muchos no dormirán tranquilos pensando si algo de lo que dirá Fujimori les salpicará; y entre los que sufrirán de insomnio habrá ex ministros, ex parlamentarios. ex alcaldes, autoridades en ejercicio, propietarios de medios de comunicación y todos los que en un momento determinado fueron seducidos por el poder del dinero de la corrupción.
De los que resulten implicados, probablemente haya varios personajes de provincias (porque no sólo en Lima “se cocieron habas”) sino también en ciudades como Arequipa, en donde se beneficiaron algunas autoridades, se pagaron algunos medios de comunicación y a periodistas para hacer propaganda en favor del gobierno de Fujimori (delito calificado como peculado y por el cual el Código Penal establece una condena de hasta 8 años de prisión). Tampoco se podría descartar algunas interceptaciones telefónicas hechas en la Ciudad Blanca durante los años de la dictadura fujimontesinista, para controlar los movimientos de la oposición.
Por eso los peruanos, debemos estar pendientes y demandar que la justicia peruana llegue con sus investigaciones hasta el fondo del asunto para dar con todos los que se aprovecharon de los bienes del Estado e hicieron mal uso del dinero que aportamos todos los peruanos a través de nuestros impuestos.
Se dice que la máxima condena que podría recibir el ex mandatario Alberto Fujimori, por los delitos que se imputan es de 30 años, pues que en nuestros país las penas no son acumulativas; pero dadas las circunstancias y los giros que pudiera dar este caso, dudamos que se aplique tal penalidad, es más, hasta podría resultar que el extraditado Fujimori resulte absuelto al no encontrársele “pruebas fehacientes”, y hasta un sector de la población diga que el Chino a pesar de todo fue mejor Presidente que el actual, pues controló la inflación y hubo estabilidad económica, por tanto merece una nueva oportunidad. Total en el Perú todo puede pasar. ¿o no?
Tras el fallo de la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema de Chile, que concedió su extradición por la presunta comisión de siete delitos, Fujimori retornó al Perú después de seis años, diez meses y veintiún días de haberse fugado (desde noviembre del 2005 estuvo en Chile); y gracias a este hecho el gobierno actual puede estar tranquilo por unos días, dado que los peruanos estaremos distraídos en todos los pormenores del caso Fujimori y nos olvidaremos de las subas incesantes del costo de vida.
Pero la calma durara poco, porque pronto el panorama político en todos los sectores comenzará agitarse cuando Alberto Fujimori empiece a dar sus manifestaciones en las que podría involucrar a muchos personajes de la política nacional, conocidos empresarios y hasta fiscales y magistrados. Peor aún si el ex mandatario peruano, en aras de su defensa, saca los videos obtenidos durante el allanamiento de la casa de Montesinos y grabaciones de las interceptaciones telefónicas que se hicieron durante su gobierno, que podrían revelar nuevos datos y nombres de implicados en los actos de corrupción.
En realidad, el regreso del Chino traerá implicancias inesperadas y el caso Fujimori-Montesinos recién se pondrá de candela; porque si bien la justicia chilena determino la extradición por encontrar indicios de culpabilidad en 7 de los 13 casos presentados por nuestro país: la masacre de Barrios Altos en 1991, el asesinato de 9 estudiantes y un profesor de la Universidad “La Cantuta”, los “congresistas tránsfugas”, el allanamiento de la casa de Montesinos, la interceptación telefónica, adquisiciones de tractores chinos y la compra de Medios de Comunicación; desestimando los otros 5 casos referidos a: Sunat-Borobio, Faisal-Aprodev, medicinas chinas, desvío de fondos, Decretos de Urgencia y ampliación por desaparición forzada; la justicia peruana deberá ahondar en cada uno de los casos citados para establecer responsabilidades y sancionar a todos los que resulten culpables.
Es aquí cuando surge la pregunta, ¿la justicia caerá con todo el rigor de la ley sobre: Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos y todos aquellos que participaron en su gobierno corrupto? A partir de ahora seguramente muchos no dormirán tranquilos pensando si algo de lo que dirá Fujimori les salpicará; y entre los que sufrirán de insomnio habrá ex ministros, ex parlamentarios. ex alcaldes, autoridades en ejercicio, propietarios de medios de comunicación y todos los que en un momento determinado fueron seducidos por el poder del dinero de la corrupción.
De los que resulten implicados, probablemente haya varios personajes de provincias (porque no sólo en Lima “se cocieron habas”) sino también en ciudades como Arequipa, en donde se beneficiaron algunas autoridades, se pagaron algunos medios de comunicación y a periodistas para hacer propaganda en favor del gobierno de Fujimori (delito calificado como peculado y por el cual el Código Penal establece una condena de hasta 8 años de prisión). Tampoco se podría descartar algunas interceptaciones telefónicas hechas en la Ciudad Blanca durante los años de la dictadura fujimontesinista, para controlar los movimientos de la oposición.
Por eso los peruanos, debemos estar pendientes y demandar que la justicia peruana llegue con sus investigaciones hasta el fondo del asunto para dar con todos los que se aprovecharon de los bienes del Estado e hicieron mal uso del dinero que aportamos todos los peruanos a través de nuestros impuestos.
Se dice que la máxima condena que podría recibir el ex mandatario Alberto Fujimori, por los delitos que se imputan es de 30 años, pues que en nuestros país las penas no son acumulativas; pero dadas las circunstancias y los giros que pudiera dar este caso, dudamos que se aplique tal penalidad, es más, hasta podría resultar que el extraditado Fujimori resulte absuelto al no encontrársele “pruebas fehacientes”, y hasta un sector de la población diga que el Chino a pesar de todo fue mejor Presidente que el actual, pues controló la inflación y hubo estabilidad económica, por tanto merece una nueva oportunidad. Total en el Perú todo puede pasar. ¿o no?
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