SON MAS LOS ERRORES QUE LOS ACIERTOS
Tras 6 meses de gestión en el Gobierno Regional y Municipio Provincial
SON MAS LOS ERRORES QUE LOS ACIERTOS
Han pasado los 6 primeros meses de los gobiernos regionales y municipales y en lo que respecta a la región y provincia de Arequipa, los resultados no son optimistas, es más hasta se podría afirmar que los arequipeños esperábamos un mejor desempeño de las actuales autoridades, dada su trayectoria que finalmente fue la justificación para elegirlos. En tanto que los consejeros y regidores siguen siendo en su mayoría desconocidos por su inadvertido o pobre papel dentro de los gobiernos.
En el caso del Gobierno Regional que preside Juan Manuel Guillén Benavides, recordemos que el proceso de transferencia se inició faltando sólo unos días para la juramentación de la nueva gestión, y por tanto las nuevas autoridades no tuvieron el tiempo suficiente para conocer a cabalidad la situación real de la entidad. Esto puede que justifique la inoperancia de los primeros meses que incluso obligo la devolución de las remesas del Canon Minero ante la no ejecución de obras en Enero y Febrero.
Sin embargo, Guillén Benavides, tomó algunas decisiones que lejos de contribuir a marcar diferencias con el gobierno anterior dirigido por el aprista Daniel Vera Ballón, restaron puntos a su gestión; como fijarse el mismo sueldo que su antecesor, designar como funcionarios de confianza a varios familiares de su pareja o profesionales que laboraron con él en la gestión municipal (1999-2002) y que no tuvieron un desempeño muy transparente.
Asimismo, en vez de aprovechar los planes y avances de las diferentes áreas y empezar a trabajar, estos fueron desechados y se conformaron nuevos equipos de trabajo para hacer nuevos proyectos. Una muestra de esto es lo ocurrido en el Comité Regional de Defensa Civil, en donde se hizo una reconformación de las comisiones se elaboro un nuevo reglamento y planes operativos, cuantos estos ya existían y fueron hechos durante varias reuniones el año pasado.
En resumen, los primeros 6 meses del Gobierno Regional fueron improductivos en obras y acciones concretas, pues la reorganización institucional y la designación de gerentes y funcionarios de confianza ocupo la mayor parte del tiempo. Esperamos que ahora el trabajo de dicha entidad se dirija principalmente a la atención de necesidades de las provincias postergadas de nuestro departamento si es que realmente se quiere acabar con el centralismo no sólo limeño sino también arequipeño. Además no debe haber borrón y cuenta nueva, las irregularidades de la anterior gestión deben ser denunciadas y sancionadas.
MUNICIPIO PROVINCIAL
Si bien en la Comuna Provincial las cosas son un tanto diferentes, porque el Alcalde Provincial, Simón Balbuena Marroquín, se puso a trabajar incluso antes de juramentar el cargo, ocupándose de la limpieza de la ciudad, aunque sin obtener buenos resultados; en la MPA hasta el momento no se observa un cambio en el trabajo municipal, los trámites administrativos y la burocracia siguen siendo lentos; pareciera que la idiosincrasia del trabajador edil en más fuerte, que el carácter temperamental y hasta violento del actual burgomaestre, quien pensó que podía dirigir la Municipalidad Provincial como lo hacia en la Comuna de Hunter, en donde bastaba una llamada de atención o un grito para que determinado funcionario se pusiera a trabajar o ejecutar la orden de inmediato.
Al parecer, Balbuena Marroquín, no supo aprovechar su larga experiencia como alcalde distrital ni ganarse a los funcionarios antiguos de la Municipalidad Provincial y que conocen al dedillo el teje y maneje de esa comuna. Además el personal de confianza que llevo inicialmente a trabajar y que según él eran “A-1”, al poco tiempo demostraron que no estaban hechos ni para aguantar a Balbuena ni para el trabajo municipal. Por eso y tras los ruegos reiterados de varios de sus ex funcionarios de Hunter, (desesperados por dejar el municipio distrital sumergido hoy en el caos por la actual gestión) el Alcalde hizo lo que debió hacer desde un principio, colocar en las diferentes gerencias y subgerencias a gente que antes trabajo con él y que está preparada para resistir su carácter temperamental.
Asimismo, al inicio de su gestión el Alcalde del Partido Nacionalista cometió errores que le restaron popularidad, como fijarse el mismo sueldo que su antecesor, más de 9 mil Nuevos Soles, cantidad que fue reducida en 2 mil por disposición del gobierno central y en función de la realidad local. Igualmente, anunciar una lista de periodistas que cobraban al Municipio por difundir las actividades y nunca revelar los nombres, fue un grave error, no sólo porque se ganó la enemistad de varios “coleguitas” sino porque puso en duda la honorabilidad de los periodistas en general.
Su acercamiento exagerado con el gobierno de turno y su apartamiento del Comité de Lucha de Arequipa, fueron poco acertados y mal vistos por la población que exige el pago justo de los impuestos por parte de la minera Cerro Verde. El pueblo quería que el Alcalde que eligió estuviera de su lado y no en la vereda del frente.
Simón Balbuena, al parecer ingreso al Municipio Provincial con el pie izquierdo o dejó su amuleto de la buena suerte en Hunter; porque hasta las obras realizadas en estos primeros meses le han ocasionado más problemas que satisfacciones, como es el caso del asfaltado de la avenida Parra, que ojala se termine este año. Ahora se viene el 467 Aniversario de la Fundación de Arequipa y ya se anunciaron cambios que al parecer no son del agrado de la mayoría.
Tras 6 meses de acomodo y reconocimiento del terreno, ahora corresponde al Municipio Provincial encarar los problemas de fondo como son los referidos al transporte, la contaminación ambiental, la protección de nuestro patrimonio monumental y la delincuencia, cuyo tratamiento será el gran indicador para determinar si esta gestión municipal fue buena o sólo una más de tantas dedicadas a sembrar cemento.
SON MAS LOS ERRORES QUE LOS ACIERTOS
Han pasado los 6 primeros meses de los gobiernos regionales y municipales y en lo que respecta a la región y provincia de Arequipa, los resultados no son optimistas, es más hasta se podría afirmar que los arequipeños esperábamos un mejor desempeño de las actuales autoridades, dada su trayectoria que finalmente fue la justificación para elegirlos. En tanto que los consejeros y regidores siguen siendo en su mayoría desconocidos por su inadvertido o pobre papel dentro de los gobiernos.
En el caso del Gobierno Regional que preside Juan Manuel Guillén Benavides, recordemos que el proceso de transferencia se inició faltando sólo unos días para la juramentación de la nueva gestión, y por tanto las nuevas autoridades no tuvieron el tiempo suficiente para conocer a cabalidad la situación real de la entidad. Esto puede que justifique la inoperancia de los primeros meses que incluso obligo la devolución de las remesas del Canon Minero ante la no ejecución de obras en Enero y Febrero.
Sin embargo, Guillén Benavides, tomó algunas decisiones que lejos de contribuir a marcar diferencias con el gobierno anterior dirigido por el aprista Daniel Vera Ballón, restaron puntos a su gestión; como fijarse el mismo sueldo que su antecesor, designar como funcionarios de confianza a varios familiares de su pareja o profesionales que laboraron con él en la gestión municipal (1999-2002) y que no tuvieron un desempeño muy transparente.
Asimismo, en vez de aprovechar los planes y avances de las diferentes áreas y empezar a trabajar, estos fueron desechados y se conformaron nuevos equipos de trabajo para hacer nuevos proyectos. Una muestra de esto es lo ocurrido en el Comité Regional de Defensa Civil, en donde se hizo una reconformación de las comisiones se elaboro un nuevo reglamento y planes operativos, cuantos estos ya existían y fueron hechos durante varias reuniones el año pasado.
En resumen, los primeros 6 meses del Gobierno Regional fueron improductivos en obras y acciones concretas, pues la reorganización institucional y la designación de gerentes y funcionarios de confianza ocupo la mayor parte del tiempo. Esperamos que ahora el trabajo de dicha entidad se dirija principalmente a la atención de necesidades de las provincias postergadas de nuestro departamento si es que realmente se quiere acabar con el centralismo no sólo limeño sino también arequipeño. Además no debe haber borrón y cuenta nueva, las irregularidades de la anterior gestión deben ser denunciadas y sancionadas.
MUNICIPIO PROVINCIAL
Si bien en la Comuna Provincial las cosas son un tanto diferentes, porque el Alcalde Provincial, Simón Balbuena Marroquín, se puso a trabajar incluso antes de juramentar el cargo, ocupándose de la limpieza de la ciudad, aunque sin obtener buenos resultados; en la MPA hasta el momento no se observa un cambio en el trabajo municipal, los trámites administrativos y la burocracia siguen siendo lentos; pareciera que la idiosincrasia del trabajador edil en más fuerte, que el carácter temperamental y hasta violento del actual burgomaestre, quien pensó que podía dirigir la Municipalidad Provincial como lo hacia en la Comuna de Hunter, en donde bastaba una llamada de atención o un grito para que determinado funcionario se pusiera a trabajar o ejecutar la orden de inmediato.
Al parecer, Balbuena Marroquín, no supo aprovechar su larga experiencia como alcalde distrital ni ganarse a los funcionarios antiguos de la Municipalidad Provincial y que conocen al dedillo el teje y maneje de esa comuna. Además el personal de confianza que llevo inicialmente a trabajar y que según él eran “A-1”, al poco tiempo demostraron que no estaban hechos ni para aguantar a Balbuena ni para el trabajo municipal. Por eso y tras los ruegos reiterados de varios de sus ex funcionarios de Hunter, (desesperados por dejar el municipio distrital sumergido hoy en el caos por la actual gestión) el Alcalde hizo lo que debió hacer desde un principio, colocar en las diferentes gerencias y subgerencias a gente que antes trabajo con él y que está preparada para resistir su carácter temperamental.
Asimismo, al inicio de su gestión el Alcalde del Partido Nacionalista cometió errores que le restaron popularidad, como fijarse el mismo sueldo que su antecesor, más de 9 mil Nuevos Soles, cantidad que fue reducida en 2 mil por disposición del gobierno central y en función de la realidad local. Igualmente, anunciar una lista de periodistas que cobraban al Municipio por difundir las actividades y nunca revelar los nombres, fue un grave error, no sólo porque se ganó la enemistad de varios “coleguitas” sino porque puso en duda la honorabilidad de los periodistas en general.
Su acercamiento exagerado con el gobierno de turno y su apartamiento del Comité de Lucha de Arequipa, fueron poco acertados y mal vistos por la población que exige el pago justo de los impuestos por parte de la minera Cerro Verde. El pueblo quería que el Alcalde que eligió estuviera de su lado y no en la vereda del frente.
Simón Balbuena, al parecer ingreso al Municipio Provincial con el pie izquierdo o dejó su amuleto de la buena suerte en Hunter; porque hasta las obras realizadas en estos primeros meses le han ocasionado más problemas que satisfacciones, como es el caso del asfaltado de la avenida Parra, que ojala se termine este año. Ahora se viene el 467 Aniversario de la Fundación de Arequipa y ya se anunciaron cambios que al parecer no son del agrado de la mayoría.
Tras 6 meses de acomodo y reconocimiento del terreno, ahora corresponde al Municipio Provincial encarar los problemas de fondo como son los referidos al transporte, la contaminación ambiental, la protección de nuestro patrimonio monumental y la delincuencia, cuyo tratamiento será el gran indicador para determinar si esta gestión municipal fue buena o sólo una más de tantas dedicadas a sembrar cemento.
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