QUE DEFENDEMOS LA LIBERTAD DE PRENSA O DE EMPRESA
Con relación a caso de RCTV
QUE DEFENDEMOS LA LIBERTAD DE PRENSA O DE EMPRESA
Por NEXMI DAZA ARENAS
Muchos comentarios y hasta protestas se han suscitado por los diferentes medios de comunicación especialmente limeños y nacionales a causa de la decisión del gobierno venezolano de Hugo Chávez de no renovar la concesión de uso de la frecuencia a Radio Caracas Televisión (RCTV); se dice que es un atentado contra la libertad de prensa de un gobierno dictador y son especialmente los jóvenes venezolanos los que encabezan las protestas.
En nuestro país, el Consejo de la Prensa Peruana a rechazado y protestado públicamente ante tal hecho argumentando que la medida contraviene la Declaración de Principios de la OEA y la Declaración de Chapultepec, que indican que el otorgamiento de frecuencias de radio y televisión no deben ser usados como mecanismo para castigar a los medios de comunicación.
Aquí es necesario destacar que no se trata de la supresión de la licencia de funcionamiento o el cierre de la empresa, dado que RCTV (canal que tiene más de 50 años de existencia y que actualmente es de línea opositora al Gobierno Chavista) puede seguir operando por satélite o por cable para alcanzar sus contenidos al público venezolano y americano. Lo que ha decidido el gobierno es, no renovar el permiso de usar el espacio radioeléctrico venezolano para transmitir las señales de radio y televisión.
Lógicamente los empresarios de las comunicaciones son los primeros en hacer causa común ante este tipo de hechos, porque esto puede ser tomado como ejemplo por otros gobiernos. Pero a caso esta es la única forma de presionar a los medios para que mantengan una línea conservadora o de apoyo al gobierno de turno. Pues no lo es, y los peruanos lo sabemos muy bien, porque quien dio “Cátedra” de esto fue el ex presidente Alberto Fujimori junto a su asesor Vladimiro Montesinos, quienes no sólo pagaron en efectivo a los propietarios de determinados medios, sino que acogotaron a otros con la SUNAT y silenciaron a unos pocos con el otorgamiento de la publicidad estatal.
Debemos considerar que no sólo es el gobierno el que pone cortapisas a las libertades de Prensa y de Expresión, sino que son los propios propietarios de medios de comunicación que obligar a sus periodistas a callar en muchas oportunidades y sólo difundir lo que va con sus intereses económicos. Cuantos periodistas de medios capitalinos y también de Arequipa no han sido despedidos por no ajustarse a las “reglas” de los medios en que laboraban; y acaso alguien elevo su voz de protesta para reclamar por la libertad de información y expresión.
Si nos fijamos en nuestra realidad local, hasta hace 5 años atrás circulaba el Gran Sur, un tabloide que era editado en forma separada por lo que es ahora el Grupo La República, el cual recogía el acontecer y la opinión de los departamentos del sur peruano, y luchó duramente para derribar al gobierno fujimontesinista; sin embargo por criterios empresariales fue reducido e insertado dentro de la edición regional del referido diario nacional.
Asimismo con criterios descentralistas, el diario Ojo edito una edición especial para la región sur, que también tuvo vida corta por que a sus empresarios no les resultaba muy rentable; y tan sólo hace unos días, dejo de editarse el diario Arequipa Al Dia, porque sus propietarios lo mataron por inanición (luego de haberlo utilizado para sus fines políticos durante 16 años); pues no supieron reinvertir en el mismo diario lo ganado con los avisos judiciales que tuvieron por varios años y más bien lo destinaron a la creación de otras empresas, condenando a sus periodistas sin sueldos míseros y pagados a destiempo.
Pero a quien le importa esto, a caso el Consejo de la Prensa Peruana tiene la amabilidad de preocuparse por estos casos. No pues si son sus integrantes los que maquinan este tipo de atentados contra la libertad de expresión de los auténticos periodistas.
Deberíamos tomar el ejemplo de la juventud y población venezolana y también estar alertas para elevar nuestra voz de protesta cuando se atenta contra la Libertad de Prensa en Arequipa y el Perú, para que estas luchas también tengan trascendencia internacional.
QUE DEFENDEMOS LA LIBERTAD DE PRENSA O DE EMPRESA
Por NEXMI DAZA ARENAS
Muchos comentarios y hasta protestas se han suscitado por los diferentes medios de comunicación especialmente limeños y nacionales a causa de la decisión del gobierno venezolano de Hugo Chávez de no renovar la concesión de uso de la frecuencia a Radio Caracas Televisión (RCTV); se dice que es un atentado contra la libertad de prensa de un gobierno dictador y son especialmente los jóvenes venezolanos los que encabezan las protestas.
En nuestro país, el Consejo de la Prensa Peruana a rechazado y protestado públicamente ante tal hecho argumentando que la medida contraviene la Declaración de Principios de la OEA y la Declaración de Chapultepec, que indican que el otorgamiento de frecuencias de radio y televisión no deben ser usados como mecanismo para castigar a los medios de comunicación.
Aquí es necesario destacar que no se trata de la supresión de la licencia de funcionamiento o el cierre de la empresa, dado que RCTV (canal que tiene más de 50 años de existencia y que actualmente es de línea opositora al Gobierno Chavista) puede seguir operando por satélite o por cable para alcanzar sus contenidos al público venezolano y americano. Lo que ha decidido el gobierno es, no renovar el permiso de usar el espacio radioeléctrico venezolano para transmitir las señales de radio y televisión.
Lógicamente los empresarios de las comunicaciones son los primeros en hacer causa común ante este tipo de hechos, porque esto puede ser tomado como ejemplo por otros gobiernos. Pero a caso esta es la única forma de presionar a los medios para que mantengan una línea conservadora o de apoyo al gobierno de turno. Pues no lo es, y los peruanos lo sabemos muy bien, porque quien dio “Cátedra” de esto fue el ex presidente Alberto Fujimori junto a su asesor Vladimiro Montesinos, quienes no sólo pagaron en efectivo a los propietarios de determinados medios, sino que acogotaron a otros con la SUNAT y silenciaron a unos pocos con el otorgamiento de la publicidad estatal.
Debemos considerar que no sólo es el gobierno el que pone cortapisas a las libertades de Prensa y de Expresión, sino que son los propios propietarios de medios de comunicación que obligar a sus periodistas a callar en muchas oportunidades y sólo difundir lo que va con sus intereses económicos. Cuantos periodistas de medios capitalinos y también de Arequipa no han sido despedidos por no ajustarse a las “reglas” de los medios en que laboraban; y acaso alguien elevo su voz de protesta para reclamar por la libertad de información y expresión.
Si nos fijamos en nuestra realidad local, hasta hace 5 años atrás circulaba el Gran Sur, un tabloide que era editado en forma separada por lo que es ahora el Grupo La República, el cual recogía el acontecer y la opinión de los departamentos del sur peruano, y luchó duramente para derribar al gobierno fujimontesinista; sin embargo por criterios empresariales fue reducido e insertado dentro de la edición regional del referido diario nacional.
Asimismo con criterios descentralistas, el diario Ojo edito una edición especial para la región sur, que también tuvo vida corta por que a sus empresarios no les resultaba muy rentable; y tan sólo hace unos días, dejo de editarse el diario Arequipa Al Dia, porque sus propietarios lo mataron por inanición (luego de haberlo utilizado para sus fines políticos durante 16 años); pues no supieron reinvertir en el mismo diario lo ganado con los avisos judiciales que tuvieron por varios años y más bien lo destinaron a la creación de otras empresas, condenando a sus periodistas sin sueldos míseros y pagados a destiempo.
Pero a quien le importa esto, a caso el Consejo de la Prensa Peruana tiene la amabilidad de preocuparse por estos casos. No pues si son sus integrantes los que maquinan este tipo de atentados contra la libertad de expresión de los auténticos periodistas.
Deberíamos tomar el ejemplo de la juventud y población venezolana y también estar alertas para elevar nuestra voz de protesta cuando se atenta contra la Libertad de Prensa en Arequipa y el Perú, para que estas luchas también tengan trascendencia internacional.
Comentarios